Beber en el 'rock¨®dromo'

Ir a un concierto en Madrid, y m¨¢s concretamente en el Auditorio de Madrid, antiguo rock¨®dromo, puede llegar a ser sorprendente. Sin ir m¨¢s lejos, en el concierto que ofrecieron Joe Cocker, Waterboys y Fischer-Z, al ya popular precio de 2.400 pesetas (el cartel de los Veranos de la Villa anunciaba 2.000 pesetas), seg¨²n parece hay que a?adir varios sobreprecios y molestias.De entrada, te encontrabas con varias personas de seguridad con camisetas de Joe Cocker, que no dejaban pasar al recinto ninguna clase de bebida, aunque fuera en envase de pl¨¢stico blando, sin tap¨®n, etc¨¦tera. Ni creo que nos dejaran pasarla aunque fuera en la mano.

Dentro hab¨ªa varios chiringuitos donde serv¨ªan, previo pago de 250 pesetas lo m¨¢s barato, cerveza o refrescos, y eso aparte de esperar una media de 15 o 20 minutos para conseguir los vales de consumici¨®n; otro tanto para esperar que los sirvan en la barra y descubrir que no queda cerveza (los grifos estaban todos mal, s¨®lo sal¨ªa espuma sin presi¨®n. A¨²n ayer, 27 de julio, no funcionaban del todo bien), o ver que "no quedan refrescos, vete a otra barra".

Hay que vender, seg¨²n parece. Lo que no me parece tan normal es que en un concierto masivo y popular, incluso patrocinado, o al menos apoyado por la Comunidad, se obligue a la gente a pasar por todo esto. Y en todo caso, que especifiquen en la entrada si se permiten o no bebidas, si hay que contar con un gasto extra.

Pueden contestar los se?ores de Magic Circus o los contratistas del concierto, los se?ores Gay y C¨ªa. ?O no?- Jes¨²s Gallardo.