Alemanes hacia Occidente
EL ELEVADO n¨²mero de ciudadanos de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) que se esfuerzan por trasladarse a la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), utilizando para ello todos los medios imaginables, ha provocado tensi¨®n en las relaciones entre ambos Estados. El caso m¨¢s agudo es el de la representaci¨®n permanente de la RFA en Berl¨ªn Este, en la que se han refugiado 131 ciudadanos de la RDA. Las autoridades de Bonn han decidido cerrar esa representaci¨®n, alegando que no puede trabajar en las condiciones creadas. Pero no es un caso aislado; cientos de alemanes del Este han ocupado de hecho las Embajadas de la RFA en Varsovia, Praga y Budapest.?Por qu¨¦ surge, precisamente ahora, esta riada de ciudadanos de la RDA en busca de un camino hacia Occidente? Una causa esencial es la indignaci¨®n, sobre todo entre los j¨®venes, por la cerraz¨®n del r¨¦gimen, mientras en Polonia, Hungr¨ªa y la. URSS est¨¢n en marcha cambios acelerados. Los, viajes veraniegos a pa¨ªses socialistas liberalizados, permiten a los alemanes orientales, adem¨¢s de comparar, intentar gestionar en ellos su traslado a. la Rep¨²blica Federal. Hay que tener en cuenta que la RFA, al considerar ciudadanos alemanes a los de: la RDA, les otorga pasaporte en cuanto se presentan en una de sus Embajadas, si bien necesitan un, permiso de salida hacia Occidente del pa¨ªs en que se hallen.
Bonn no tiene hoy especial inter¨¦s en fomentar el traslado ilegal de habitantes de la otra Alemania. Es muy elevada la cifra de los que hacen el viaje de forma legal. Y los acuerdos entre las dos Aleman¨ªas sobre ese punto funcionan con normalidad. Porello, Bonn ha hecho llamamientos p¨²blicos instando a los alemanes del Este a renunciar a los viajes. ?legales. Como en ocasiones anteriores,,el abogado Wolfgang Vogel, especialista en superar los conflictos interalemanes, ha sido requerido por Bonn para que busque soluciones concretas a la situaci¨®n angustiosa de las familias concentradas en las Embajadas. A la vez, Bonn aprovecha la coyuntura para. reforzar su presi¨®n pol¨ªtica sobre Berl¨ªn Este, ex?giendo medidas democratiz adoras. La respuesta, de la RDA es considerar como "injerencia" en sus asuntos internos la acogida dada por las Embajadas a los pr¨®fugos. Acusaci¨®n que refleja el desprecio del Gobierno germano oriental hacia los compromisos suscritos en la Conferencia de Viena sobre derechos humanos, uno de los cuales se refiere a la libre circulaci¨®n de personas.
Por otra parte, el actual conflicto pone de relieve la disparidad de las situaciones que han sido generadas por la perestroika. El caso m¨¢s obvio es el de Hungr¨ªa, que se ha planteado la posibilidad de ofrecer asilo pol¨ªtico a ciertos alemanes del Este, y que hace la vista gorda a los pasos ilegales por su frontera hacia Austria. Actitud l¨®gica en un pa¨ªs que avanza en la concesi¨®n de libertades democr¨¢ticas reales a sus ciudadanos. En cambio, mientras Berl¨ªn Este se atrinchere en su cerrilismo dogm¨¢tico, es natural que muchos de sus ciudadanos intenten encontrar una vida m¨¢s satisfactoria en la Rep¨²blica Federal. La convivencia entre las dos Alemanias, en la que est¨¢n interesados todos los Estados europeos, tanto del Este como del Oeste, requiere que se afiance, como base com¨²n de convivencia, el respeto de los derechos humanos aprobados por todos en Viena.
La odisea de los alemanes del Este subraya la urgencia de lograr la libre circulaci¨®n de los ciudadanos en Europa, en toda Europa. En una ¨¦poca en que el significado de las fronteras disminuye, en que los grandes problemas requieren una visi¨®n y medidas supranacionales, entorpecer el derecho a viajar de los europeos es un anacronismo absurdo. Sin duda, esa libre circulaci¨®n plantea problemas, y no s¨®lo en el ¨¢rea socialista. Hay pa¨ªses occidentales que ponen restricciones a la entrada de personas provenientes del Este. Actitud inaceptable si queremos avanzar hacia una Europa m¨¢s unida.
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