Enga?ar el hambre
En cualquiera de las aldeas de la provincia de Nampula se repiten los relatos de abusos y atrocidades de la guerrilla y el ej¨¦rcito contra la poblaci¨®n civil. En todas reina el terror. A pesar de ello, los campesinos siguen cultivando sus campos y logran cosechas superiores a las que obten¨ªan en tiempos de paz.Excepto en el distrito de Memba. All¨ª, a unos 80 kil¨®metros por carretera y s¨®lo 15 kil¨®metros en l¨ªnea recta por mar del puerto de Nacala, en el que se encuentran los grandes almacenes repletos de los v¨ªveres de las ayudas internacionales que llegan a Mozambique, hace dos meses murieron de hambre m¨¢s de 7.000 personas.
Por esta zona no circulan columnas militares que garanticen la seguridad de los viajeros. El ¨²nico hombre blanco que se atreve a recorrer, a lomos de una moto, los caminos llenos de baches es Firmino Cansini, un corpulento misionero italiano, p¨¢rroco de la misi¨®n de Namahaca. ?l comenz¨® a dar la alarma sobre la situaci¨®n precaria en que se encuentra la poblaci¨®n de la zona.
Las autoridades no respondieron. "A principios de enero centenares de personas comenzaron a acudir al hospital de la misi¨®n convertidos en esqueletos vivientes", recuerda Firmino. "Los ni?os mor¨ªan como moscas", a?ade. Continu¨® con sus denuncias. Las autoridades locales, puestas quiz¨¢ en un aprieto en v¨ªsperas de la inauguraci¨®n del congreso quinquenal del Frelimo, el partido gubernamental, le acusaron de sensacionalismo y de falsear la realidad.
Cuando por fin llegaron las ayudas, los saqueos y la rapi?a de los soldados que deb¨ªan escoltar los cargamentos diezmaron su distribuci¨®n entre los necesitados.
Quienes lograron sobrevivir han recuperado ahora su aspecto normal. Pero las previsiones no son optimistas, pues aunque las lluvias fueron buenas no hubo apenas simientes para sembrar mijo y los tallos de mandioca -el alimento b¨¢sico de la zona- apenas han comenzado a brotar.
Para enga?ar el hambre la mitad de las familias ya han recurrido a las jud¨ªas macaco, que crecen silvestres y que si no se someten a sucesivas cocciones tiene efectos venenosos.
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