El desastre econ¨®mico
El sutil juego pol¨ªtico que tratan de practicar los estrategas de la oposici¨®n y del partido comunista polacos parece desarrollarse en medio del cada vez mayor vac¨ªo econ¨®mico y social.Los p¨¦simos resultados econ¨®micos obtenidos por Polonia en el primer semestre de este a?o, en que aument¨® en m¨¢s del 60% la inflaci¨®n, bajaron las exportaciones y se dispar¨® el d¨¦ficit presupuestario, alcanz¨® el nivel tres veces superior al previsto para todo 1989, tienen una expresi¨®n cotidiana m¨¢s que palpable.
La gente se pregunta c¨®mo va a sobrevivir en un pa¨ªs en el que los precios de los alimentos acaban de aumentar en un 300% y siguen subiendo, sin que en el mercado aparezcan m¨¢s productos.
En las inmediaciones de las carnicer¨ªas, que recuerdan este tipo de tiendas s¨®lo por su nombre, siguen acampando durante d¨ªas enteros los clientes para ponerse inmediatamente en lacola,en espera de que lleguen las provisiones. En un mercado de Varsovia, las amas de casa agredieron a una vendedora de huevos que, en su opini¨®n, ped¨ªa demasiado por su codiciado producto. La campesina, al ver todos los huevos rotos, grit¨®: "Todav¨ªa me v¨¢is a pedir de rodillas que os venda algo cuando empec¨¦is a tener hanibre".
En las ¨²ltimas dos semanas, en toda Polonia empezaron a proliferar huelgas en el sector p¨²blico y tambi¨¦n en empresas industriales en las que los obreros reclaman aumentos salariales del orden del 100%.
Solidaridad apenas controla la situaci¨®n. El pasado viernes, su estructura regional de la ciudad portuaria Gdarisk convoc¨®, por primera vez desde 1982, una huelga de advertencia en las 500 empresas de la zona para evitar protestas espont¨¢neas que desorganizan la vida econ¨®mica del pa¨ªs y amenazan con graves consecuencias pol¨ªticas.
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