La picaresca invade la industria alimentaria
Un nuevo tipo de lactosuero deja impune la adulteraci¨®n de la leche
Las Administraciones se ven desbordadas por la picaresca que emplean algunos sectores de la producci¨®n animal destinada al consumo humano. El caso m¨¢s reciente ha sido la presunta comercializaci¨®n en la provincia de Le¨®n de 500.000 kilos de carne de vaca que hab¨ªan dado positivo en la prueba tubercul¨ªnica. Este hecho, unido a las manipulaciones fraudulentas de la leche con mezclas ilegales a base de lactosuero, o el empleo de hormonas ilegales en el engorde del ganado vacuno, ponen de manifiesto que la astucia va por delante de la ley.
Tras el esc¨¢ndalo de los lactosueros -el Consejo de Ministros del 5 de mayo de 1989 sancion¨® a dos empresas l¨¢cteas por manipular fraudulentamente la leche l¨ªquida con mezclas ilegales de lactosuero, un subproducto que se obtiene a partir de la fabricaci¨®n del queso ha aparecido un nuevo subproducto denominado permeato. ?ste, que, seg¨²n fuentes de algunas centrales lecheras de Castilla y Leon, ya les ha sido ofrecido en sacos de 25 kilos, es el mismo lactosuero, pero obtenido por un proceso f¨ªsico de ultrafiltraci¨®n, y no es detectable por ning¨²n m¨¦todo anal¨ªtico, ya que todos con los que cuenta la Administraci¨®n se basan en los productos obtenidos a base de reacciones qu¨ªmicas. De hecho, a¨²n no hay un m¨¦todo de an¨¢lisis, pese a que el PSOE y el PP aprobaron una moci¨®n en el Senado, el 8 de marzo pasado, para que el Gobierno redacte una norma de calidad para los productos l¨¢cteos y el control del destino de las importaciones de lactosueros.
La pol¨¦mica y las acusaciones de fraude se han volcado tambi¨¦n en los productos c¨¢rnicos. El Gobierno aut¨®nomo de Castilla y Le¨®n ha abierto una investigaci¨®n para esclarecer el posible desv¨ªo para el consumo humano de 500 toneladas de carne de reses tuberculosas. Fuentes de la Consejer¨ªa de Bienestar Social no descartan que pueda haberse dado alg¨²n caso de fraude a la propia Administraci¨®n. ?ste consiste en que la Junta subvenciona el sacrificio de las reses que han dado positivo en las campa?as de saneamiento ganadero. Sin embargo, antes de acudir al matadero, el propietario de la vaca, si ¨¦sta es buena y produce mucha leche, la cambia por la peor que tiene en el establo, aunque no presente enfermedad alguna. De esta forma, si no es descubierto, cobra la indemnizaci¨®n por el sacrificio de su res aunque la enferma permanezca viva con riesgo de contagiar al resto de la caba?a.
Habitual
"Siempre que hay subvenciones oficiales", afirman las mismas fuentes, "aparece la picaresca y, en el caso de Le¨®n, probablemente ocurra, aunque aisladamente, porque suele ser una pr¨¢ctica habitual en todo el Estado". Para los responsables de Castilla y Le¨®n en materia de bienestar social, resulta imposible llevar un control exhaustivo "a no ser que tengamos a un funcionario atado al rabo de cada vaca", afirma esta fuente. Adem¨¢s, ganaderos consultados por este peri¨®dico han afirmado que todav¨ªa es posible adquirir en el mercado negro hormonas y otras sustancias, como el metiltiuracilo, para el engorde artificial del ganado, prohibidas por las legislaciones comunitaria y espa?ola. El fraude comercial es frecuente tambi¨¦n en la elaboraci¨®n de embutidos. En algunos de estos productos, como la mortadela, se eleva intencionadamente el nivel de f¨¦culas permitido, seg¨²n especialistas del sector. Tras puntualizar que los productos crudos curados tienen una calidad excelente, a?aden que la adulteraci¨®n consiste habitualmente en alterar el grado de humedad. En vez de tener el 2 % se sube al 4 %, o el contenido de grasas o extracto seco supera ampliamente al 55% admitido. Adem¨¢s de carne, la mortadela, clasificada como una semiconserva, puede llevar tocino, agua y aditivos como caseinato, proteina aislada de soja, nitrato y nitrito, antioxidante, colorante y f¨¦culas.
La astucia comercial se ha empleado tambi¨¦n para cambiar el color de la yema de los huevos. Los consumidores se han inclinado siempre por los huevos cuya yema tuviera un color m¨¢s rojo, por asimilarlo con un alto valor nutritivo. Generalmente, las gallinas de corral pon¨ªan huevos con la yema m¨¢s roja que las gallinas de las explotaciones industriales. Ahora, a?adiendo colorantes qu¨ªmicos al pienso, se puede alterar el color de las yemas, aunque este m¨¦todo no se considera fraude, seg¨²n fuentes de la subdirecci¨®n general de veterinarla del ministerio de Sanidad y Consumo. Generalmente se mezclan con el pienso la provitamina A o los car¨®tenos que actuan como colorantes.
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