Los ni?os que 'comen' televisi¨®n
La publicidad de la pequena pantalla cambia los h¨¢bitos de alimentaci¨®n de los nmos espaholes
"Cuatro petit-suisse tienen las mismas prote¨ªnas que un bist¨¦". La madre, preocupada por la inapetencia de la ni?a, que se resiste a comer ese interminable filete, ve con el anuncio televisivo el cielo abierto.Ya puede sustituir tranquila ese segundo plato por cuatro sabrosos petit-suisse que su peque?a se comer¨¢ sin rechistar. Los h¨¢bitos alimentarios de los ni?os espa?oles est¨¢n cambiando. La televisi¨®n ayuda a ello con una publicidad dirigida tanto alas angustiadas madres de ni?os inapetentes como a los peque?os consumidores. Pero los expertos est¨¢n preocupados. Seg¨²n estudios epidemiol¨®gicos que se realizan, los ni?os espa?oles tienen el colesterol m¨¢s alto de lo debido.
Una cena r¨¢pida en el burger, un sabroso helado cargado de calcio, vitaminas y prote¨ªnas, dar a pap¨¢ un yogur o merendar un bollycao puede ser divertido. Y, no lo olvide, si a la hora de la comida sus hijos se cierran en banda, d¨¦les una galleta. "Tosta-Rica a todas horas, Tosta-Rica y nada m¨¢s".Sin embargo, los expertos est¨¢n preocupados por las consecuencias que la nueva alimentaci¨®n est¨¢ teniendo sobre la salud de los ni?os. Seg¨²n los primeros resultados de un estudio epidemiol¨®gico que est¨¢ realizando la Unidad de L¨ªpidos y Aterosclerosis del hospital universitario de San Carlos, en colaboraci¨®n con el Ayuntamiento de Madrid, las cifras medias de colesterol y lipoprote¨ªnas de baja densidad (LDL) -principales agentes causantes de la enfermedad coronaria-, si bien resultan favorables entre los 30 y 60 a?os, no lo son tanto para aquellos entre 15 y 29, siendo claramente desfavorables entre los 5 y 14 a?os de edad. La cifra media de colesterol en los ni?os estadounidenses y europeos oscila entre 155 y 160 miligramos por decilitro mientras que la de los espa?oles se sit¨²a en 175 miligrarnos".
Seg¨²n otro estudio que se est¨¢ llevado a cabo por m¨¦dicos del hospital infantil Ni?o Jes¨²s, entre adolescentes de 13 a 18 a?os, el 24,57% presentaba colesterol superior a 180 miligramos por decilitro (cifra m¨¢xima recomendada para adolescentes), mientras que un 11,51% manten¨ªa cifras superiores a 200 miligramos (cifra m¨¢xima recomendada para adultos).
Para Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez Fuentes, jefe de la Unidad de L¨ªpidos y Aterosclerosis, "estamos pasando de una situaci¨®n claramente favorable a una mucho m¨¢s peligrosa. La explicaci¨®n a esto s¨®lo puede hacerse a trav¨¦s de una negativa tendencia en los h¨¢bitos diet¨¦ticos, traducida en los ni?os en un consumo abusivo de grasas saturadas contenidas en diferentes productos alimenticios, representados por las variadas golosinas, bollos, chocolates, productos c¨¢rnicos elaborados, etc¨¦tera".
Influencia americana
Blas Taracena, jefe del servicio de pediatr¨ªa en el hospital Central de la Cruz Roja, cree que la calidad de la alimentaci¨®n est¨¢ bajando,"influenciada posiblemente por la forma de comer americana. La obesidad infantil est¨¢ aumentando por la moda cada d¨ªa m¨¢s creciente de comer de forma continuada durante todo el d¨ªa". Seg¨²n Taracena, "es un error abandonar la dieta mediterr¨¢nea, donde abundan las legumbres, verduras, frutas y pescados, para sustituirla por las hamburguesas, cereales y helados.Marga, madre de tres hijos afirma: "cuando no quieren cenar les doy un par de yogures con galletas que es lo que mejor comen. Ellos est¨¢n alimentados y yo no tengo que discutir".
En Televisi¨®n Espa?ola existen normas de admisi¨®n de publicidad, y, seg¨²n la n¨²mero 25, "los anuncios no incitar¨¢n directamente a los ni?os a comprar o pedir a los adultos que adquieran alg¨²n producto o servicio". Pero los ni?os acaban pidiendo a sus madres las marcas que se anuncian.
Durante el mes de mayo de 1989, TVE emiti¨® 37 anuncios de petit-suisse, 119 de donuts, y 387 de diferentes marcas de helados.
Para Carmen Vald¨¦s, pedagoga, "la publicidad de alimentos potencia el consumismo en el ni?o y hace que ¨¦ste llegue a convertir la comida en un juego". "El ni?o se siente m¨¢s atra¨ªdo por cebos publicitarios, tales como regalos, cromos o personajes, que por la calidad del producto, que por su edad es incapaz de juzgar".
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