Aroma

El aroma en el toreo es patrimonio de muy pocos. Tuvieron aroma Pepe Luis V¨¢zquez, Antonio Bienvenida, Antonio Ord¨®?ez, Manolo V¨¢zquez. Lo tiene, ojal¨¢ que por muchos a?os, Curro Romero. Todos los aromas en el toreo no son iguales. T¨®pico resultaba, en los cr¨ªticos cl¨¢sicos, hablar de la fragancia del parque de Mar¨ªa Luisa. Tambi¨¦n hay un tipo de toreo con aroma de cigarro habano. Hay otro olor, que no aroma, escatol¨®gico. Afortunadamente, desde el tendido, no se percibe por la pituitaria, sino por la vista. El aroma del toreo, evidentemente, es una met¨¢fora, pero cuando se dice que un torero tiene aroma todos los aficionados lo entienden.Curro V¨¢zquez es tambi¨¦n un torero con aroma. En el cuarto toro iba rociando un b¨¢lsamo de habano caro en la pureza de los naturales, en los redondos, con la mano muy baja, en los ayudados, en los trincherazos. Y despu¨¦s, la fragancia del parque de Mar¨ªa Luisa, que dec¨ªan los cr¨ªticos antiguos, en los adornos, en los kikirik¨ªs, en la forma de irse de la cara del toro. Volvi¨® el aroma fuerte del cigarro habano, cuando tir¨® patas arriba al morlaco de una estocada hasta las p¨¦ndolas. Despu¨¦s, en la vuelta al ruedo con las dos orejas en la mano, Curro V¨¢zquez no portaba las flores que le tiraban las espectadoras. Tambi¨¦n los toreros antiguos, sosten¨ªan que las flores son para las tonadilleras. Para los toreros, los habanos.

Mala suerte

Su primero se raj¨® a poco de comenzar la faena. Curro V¨¢zquez, ya desde el principio, se inhibi¨®. Puede que, con dotes prof¨¦ticas, advirtiera la posterior conducta del toro. Al que mat¨®, cuando Pep¨ªn Gim¨¦nez pas¨® a la enfermer¨ªa, le hizo una faena de ali?¨®, con mucho gusto y torer¨ªa.Pep¨ªn Gim¨¦nez tuvo muy mala suerte. Al dar el segundo muletazo a su primer enemigo, lo prendi¨® por la pierna izquierda. Pas¨® a la enfermer¨ªa, y afortunadamente s¨®lo ten¨ªa un puntazo, volviendo al ruedo durante la pausa de la merienda. Al sexto lo machac¨® el picador y no ten¨ªa un pase. Luis Reina, que sustitu¨ªa a Juan Mora, tore¨® a su primer sobre ambas manos con poco temple. S¨®lo una serie con la derecha tuvo limpieza. El p¨²blico, que no el presidente, le regal¨® una oreja. En el quinto estuvo mejor, aunque la calidad de la faena, con muletazos sobre ambag manos, no guard¨® correspondencia con la calidad del toro. Hubo momentos de brillantez, pero obviamente faltaba el aroma. Es que el aroma es patrimonio de muy pocos. Uno de ellos se llama Curro V¨¢zquez.