La otra guerra de L¨ªbano
Han pasado 20 a?os desde que la regi¨®n sureste de L¨ªbano, el Arkub, fuera bautizada como Fatahland (tierra de Al Fatah) por la fuerte presencia de guerrilleros palestinos en la zona. El un d¨ªa pr¨®spero pa¨ªs mediterr¨¢neo se ha ido empobreciendo con las mil y una guerras que se han desarrollado desde entonces sobre su territorio. Perdura, sin embargo, un frente de lucha contra Israel, cuya importancia ha quedado muchas veces ocultada por la espectacularidad de los bombardeos sobre Beirut.Hoy, mientras la capital arde en todas las televisiones del mundo, decenas de miles de libaneses soportan en esa franja fronteriza una guerra olvidada por los medios de comunicaci¨®n.
El establecimiento e infiltraci¨®n fedayin, como se denomina en ¨¢rabe a los guerrilleros palestinos, y las posteriores represalias israel¨ªes que generaban sus acciones ayudaron a desencadenar el conflicto civil de L¨ªbano hace 14 a?os. Las alianzas han dado muchas vueltas desde aquellas fechas, y hoy los palestinos -excepci¨®n hecha de una peque?a facci¨®n prosiria- permanecen al margen de los combates interlibaneses. Su lucha contra Israel no ha cejado, pero de nuevo el paso del tiempo ha cambiado a los actores y el papel de primera estrella contra el sionismo lo ocupa ahora una formaci¨®n integrista libanesa, Hezbol¨¢, el Partido de Dios.
Desde hace algunas semanas, el Tsahal (Ej¨¦rcito israel¨ª) ha intensificado sus operaciones de limpieza en el sur de L¨ªbano, m¨¢s all¨¢ incluso de la que denomina su franja de seguridad.
Esta banda de suelo, de unos 850 kil¨®metros cuadrados, constituye de hecho un tercer territorio ocupado desde que en 1985 las autoridades israel¨ªes anunciaran su retirada de ese pa¨ªs sin realizarla por completo. El objetivo declarado de Tel Aviv era evitar las incursiones palestinas, que han continuado a pesar de todo.
Dos centenares de soldados israel¨ªes fueron encaminados el pasado martes hacia el exterior de la parte oriental de dicha franja de seguridad y distribuidos entre el cuartel general israel¨ª en Marjay¨²n y la localidad de Lebaya, a tres kil¨®metros de su l¨ªmite. Estos refuerzos parec¨ªan destinados a cubrir la retaguardia de otra unidad que desde el d¨ªa anterior hab¨ªa penetrado en el sur de la llanura de la Bekaa y se enfrentaba a los integristas proiran¨ªes, que tienen all¨ª su feudo.
Como consecuencia de la incursi¨®n, una treintena de familias de los pueblos de Sohmor, Yohmor, Agn Tine y Machghara resultaron pilladas entre dos fuegos y tuvieron que escapar campo a trav¨¦s, seg¨²n inform¨® la agencia francesa de noticias France Presse.
Los hombres del Tashal
No es la primera vez este a?o que se producen situaciones similares. En abril, 150 granjeros del sector de Chebaa, en la confluencia de las fronteras siria y libanesa con Siria, fueron directamente expulsados por los hombres del Tsahal tras haberles sido confiscadas sus tierras.Esta actitud israel¨ª, denunciada con reiteraci¨®n por los habitantes del sur de L¨ªbano, ha alcanzado cotas de paranoia tras el ¨²ltimo atentado suicida contra una de sus patrullas el pasado d¨ªa 9. Las autoridades de Tel Aviv han optado por expedir sus propias placas de matriculaci¨®n, Sin las cuales no se puede viajar por la zona de seguridad, y han prohibido la circulaci¨®n de veh¨ªculos con un solo ocupante.
La presencia del proiran¨ª Hezbol¨¢ es limitada, pero mantiene el control de algunos altos estrat¨¦gicos. De todas formas, incluso fuentes israel¨ªes reconocen que la mayor¨ªa de los ataques provenientes de esa regi¨®n tienen el sello de los integristas.
Los hombres de Al Fatah, el grupo mayoritario de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), coordinan con aqu¨¦llos algunos de los ataques antiisrael¨ªes, a pesar de la nueva pol¨ªtica de di¨¢logo emprendida oficialmente por la central. En total, Yasir Arafat dispone en la zona de 2.000 combatientes de plena dedicaci¨®n y de unos 7.500 milicianos a tiempo parcial, seg¨²n datos facilitados por la prestigiosa revista brit¨¢nica Jane?s Defence Weekly.
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