La polic¨ªa marroqu¨ª localiza a los dos sospechosos del cu¨¢druple asesinato perpetrado en Ibiza y avala su coartada

La Interpol ha localizado e identificado en Marruecos a los dos ciudadanos marroqu¨ªes que aparec¨ªan como principales sospechosos del asesinato de la familia Schmitz-Werner, realizado el pasado jueves en la localidad ibicenca de Benimussa, en el t¨¦rmino municipal de Sant Josep, seg¨²n informaron ayer fuentes de la investigaci¨®n.Los dos sospechosos, que trabajaban en la construcci¨®n de un edificio ilegal promovido por las v¨ªctimas -un matrimonio y sus dos hijas, de seis y cuatro a?os de edad-, tienen coartada para justificar su repentina ausencia de Ibiza, con lo que cobra fuerza la hip¨®tesis de que el cu¨¢druple asesinato obedece a un ajuste de cuentas.

A ello se une la sospecha de que las dos ni?as fueron estranguladas lentamente en presencia de sus padres para que ¨¦stos aportasen alguna informaci¨®n.

Los dos marroqu¨ªes son los hermanos Mustaf¨¢ y Mohamed B., de 29 y 23 a?os de edad, respectivamente. Ambos trabajaban en las construcci¨®n del edificio ilegal que el matrimonio integrado por Richard Schmitz, de 55 a?os, y Beate Werner, de 41, hab¨ªa encargado levantar junto a su vivienda particular. El bloque, de tres plantas, fue declarado ilegal por el Ayuntamiento de Sant Josep, en v¨ªsperas del cu¨¢druple asesinato, argumentando que la licencia de obras s¨®lo permit¨ªa rehabilitar una vieja mas¨ªa y no construir un bloque.

Mustaf¨¢ y Mohamed B. abandonaron la isla poco despu¨¦s de que fuera perpetrado el m¨²ltiple homicidio. Los cad¨¢veres, que se encontraban enterrados y cubiertos con cemento en un parterre situado junto al edificio en construcci¨®n, fueron descubiertos por la Guardia Civil el pasado s¨¢bado.

La polic¨ªa marroqu¨ª, tras localizar a los dos sospechosos, confirm¨® la coartada de los mismos. Seg¨²n ¨¦sta, ambos abandonaron las Baleares el jueves debido al grave estado de salud de su madre, que, seg¨²n las mismas fuentes policiales, fue intervenida quir¨²rgicamente de urgencia.

La investigaci¨®n que instruye el juez Juan Carlos Torres parte de la la presunta ilegalidad de los negocios inmobiliarios del asesinado, cuya fuente se desconoce, y su conexi¨®n con otros alemanes que han adquirido los apartamentos en construcci¨®n.

La propietaria legal del citado inmueble, era Beate Werner, aunque su actual marido hab¨ªa compartido en Colonia (Rep¨²blica Federal de Alemania) un negocio mercantil con su primera esposa, Irmgard Schmitz, quien viaj¨® precipitadamente a Ibiza el pasado s¨¢bado, argumentando que se tem¨ªa "lo peor", ya que llevaba dos d¨ªas sin poder contactar telef¨®nicamente con su ex compa?ero, seg¨²n public¨® ayer el diario La Vanguardia.

La pareja asesinada era propietaria, adem¨¢s, desde hace siete a?os, de un casa situada en la localidad de Buscatell.

El inmueble, de grandes dimensiones, nunca fue habitado por la familia ni tampoco alquilado, aunque los vecinos aseguran que Schmitz daba de comer a diario a los seis perros que lo custodiaban.

El movil econ¨®mico del crimen se ve asimismo avalado por el aparente ritual mafioso que rode¨® los cuatro asesinatos. El juez que investiga el caso sospecha que las dos hijas del matrimonio, Alexandra y Bianca, de seis y cuatro a?os de edad, fueron estranguladas lentamente en presencia de sus padres para forzales a dar alg¨²n tipo de informaci¨®n.

El cad¨¢ver del padre presentaba signos de haber mantenido una pelea con sus agresores. Parte de los restos de la mujer y de sus hijas est¨¢n siendo analizados para comprobar si sufrieron abusos sexuales.