M¨¢s sobre M¨¢ximo
Cuando Lola Lasala (EL PA?S, domingo 27 de agosto) logre recordar d¨®nde hab¨ªa le¨ªdo eso de la finalidad de los chistes, quiz¨¦ repare tambi¨¦n en que "el llamado M¨¢ximo" y su ventana diaria m¨¢s que un chistoso o un humorista es un periodista gr¨¢fico, m¨¢s o menos agudo, m¨¢s o menos inteligible; as¨ª corno en que en ocasiones su recuadro no es sino la prolongaci¨®n, m¨¢s o menos art¨ªstica, del asunto editorial, o la recreaci¨®n caprichosa de la actualidad. Y maldita la gracia que ¨¦sta tiene casi siempre.Que el paisaje de la actualidad en verano se puebla de anatom¨ªas (sin olvidar la competencia con el macabro horizonte de v¨ªctimas sacrificiales del tr¨¢fico y de devastadores e inveros¨ªmiles incendios), y que el lenguaje corporal se desarropa y libera, parece admitir poca controversia; como que EL PA?S se convierte en ep¨ªtome de s¨ª mismo en los d¨ªas de agosto. No es extraflo, pues, que tales perfiles se asomen al mirador diario de M¨¢ximo.
Sin embargo, la lectora no quiere ver en estas variaciones sobre tema predominante sino machismo y falta de originalidad con m¨¦rito de premio.
As¨ª nos lo ofrece con una pincelada de ese humor que ella misma duda tener, jugando con el superlativo que da nombre al dibujante. Pero no contenta con la gracia, recala en el dicterio, y descubre que todo se debe a cobijar M¨¢ximo "una estrecha mente oxidada por falta de uso". La autointerrogaci¨®n que abr¨ªa la carta se ha convertido en lapidaria sentencia.
Cuando menos, de cortedad de miras, precipitaci¨®n y falta de rigor se puede calificar su carta, con tan torcida interpretaci¨®n. Quien busca afanosamente cada d¨ªa la vi?eta de M¨¢ximo, o quien simplemente fondea en ella, no encuentra un reclamo para la risa pronta. Asimismo sabe que M¨¢ximo / Verano no es m¨¢s que una variante del M¨¢ximo habitual, y que incluso as¨ª no es justo calificar de ramplona y machista tal derivaci¨®n hacia el desnudo del M¨¢ximo asociado-
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