Circulares y rectil¨ªneos

El novelista italiano Claudio Magris, autor de El Danubio y el expositor quiz¨¢ m¨¢s esperado del seminario, habl¨® de los viajes circulares (tipo Ulises, h¨¦roe de La Odisea), que llevan de vuelta a casa (a la propia identidad), y de los rectil¨ªneos, que se emprenden para huir de la casa, para convertirse en otro. Los que viajan para volver, "vuelven a s¨ª mismos", explica Magris, "enriquecidos por la diversidad del mundo. Ulises vuelve a Itaca siendo m¨¢s Ulises que nunca."Pero el viaje puede ser una hu¨ªda definitiva, puede darese el caso de que no lleve a ning¨²n sitio determinado", explic¨® Magris, autor de El Danubio. "El que viaja as¨ª quiere borrar su propia continuidad. La personalidad es aqu¨ª una anarqu¨ªa de ¨¢tomos. Estos temas se debatieron con gran conciencia a fines del siglo XVIII y principios del XIX, a la vera de la Revoluci¨®n Francesa y sobre todo de la filosof¨ªa alemana".

Se?ala Magris que en esa ¨¦poca, la filosof¨ªa y la literatura diagnosticaron que, para incorporarse al mundo, "el individuo tiene que mutilar partes de s¨ª mismo. Hay un desgarro entre el yo y el mundo. El viajero, entonces, es aquel que no acepta la integraci¨®n. El viajero rectil¨ªneo es Nietzsche, destructor de valores, que va m¨¢s all¨¢ de las fronteras para acabar con las fronteras del yo, para romper el modelo del hombre tradicional".

El infinito

Cuando articula sus notas apenas esbozadas, Magris habla serio, como un profesor t¨ªpico, pero despu¨¦s desparrama sonrisas exhuberantes en la charla a pie de p¨¢gina: "Creo que el viaje es un procedimiento ir¨®nico, en el sentido sterniano. Viajar es ir descubriendo la peque?ez del mundo, frente al fondo m¨®vil de lo infinito. Y la iron¨ªa es un buen pasaporte, ya que nos implica tambi¨¦n a nosotros. El poeta sat¨ªrico siempre es juez; el ir¨®nico, en cambio, al hablar de la estupidez, se sabe el primer est¨²pido. Las Seis propuestas para el pr¨®ximo milenio, de Calvino, yo las convertir¨ªa en siete: agregar¨ªa la iron¨ªa".