Sobre las drogas
En la discusi¨®n que tuvo lugar a lo largo del programa Tribunal popular (TVE-1, el 22 de agosto) se trat¨® de la droga y la drogadicci¨®n o como enfermedad con ra¨ªces en la marginalidad, o como fen¨®meno universal durante el transcurso de la historia humana, o corno vicio tan liado con el crimen de todo tipo que hay que seguir control¨¢ndolo (si se puede hablar de control) con penalidades de la ley.Me parece que falta una perspectiva sociol¨®gica importante en la discusi¨®n. La droga no es fen¨®meno aislado. Hablando de Occidente, ha seguido la misma evoluci¨®n que muchas pr¨¢cticas y comodidades. Hasta hace m¨¢s o menos 30 a?os, formaba parte del estilo de vida de los ricos y quiz¨¢ unos grupos minoritarios. Como bien sabemos, son muchas las pr¨¢cticas y art¨ªculos de consumo que antes eran lujos y privilegios de los ricos y que hoy d¨ªa est¨¢n al alcance de mucha m¨¢s gente -aunque no de todos-. Hablo de coches, vacaciones, segundos domicilios, televisores, lavadoras, c¨¢maras, etc¨¦tera. Por tanto, uno de los muchos impulsos hacia la ingesti¨®n de drogas tiene su origen en un movimiento generalizado de lujos desde la sociedad alta hasta el ciudadano corriente. Tambi¨¦n es un paso corto entre lujo y necesidad, y eso se refiere a m¨¢s cosas que las drogas.
Al mismo tiempo somos todos v¨ªctimas de una campa?a continua e inexorable de publicidad que nos indica tres valores:
a) Si no tienes bienes materiales que ostentan un lifestyle de moda y lujo, no eres nada.
b) Si no buscas experiencias l¨ªmites, no eres nada.
c) No hay que privarte de nada, la gratificaci¨®n inmediata es tu derecho. A la sociedad de hoy (y hablo de todos los pa¨ªses industrializados de Occidente), a pesar de la cara humana que a veces intentan ponerle, le importa un comino lo que le pasa a la gente sin recursos.
Claro que hay algo que no cabe. La sociedad consumidora ha creado una especie de hambre que nada tiene que ver con los hambrientos de Etiop¨ªa, pero cuyo efecto lleva a la desesperaci¨®n. Sin un cambio de valores que afectan a mucho m¨¢s que a los drogadictos no habr¨¢ soluciones.-
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