La reforma de la ortograf¨ªa francesa abre una violenta pol¨¦mica entre partidarios y detractores
Partidarios y opositores de una reforma de la ortograf¨ªa del franc¨¦s protagonizan en Francia una virulenta pol¨¦mica en la que intervienen profesores, ling¨¹istas, escritores y pol¨ªticos, incluidos el primer ministro y el titular de Educaci¨®n. El presidente de las Juventudes Giscardianas ha llegado a calificar de "Pol Pot de nuestro franc¨¦s" al secretario general del Sindicato Nacional de Maestros, a favor de la reforma.
El debate es tan antiguo como el siglo, pero se ha reavivado en esta rentr¨¦e escolar debido sobre todo a la aparici¨®n del libro Que vive I'orthographe!, en el que un antiguo ense?ante y un soci¨®logo proponen una reforma "progresiva y moderada" de la ortografia francesa. No se trata de caminar hacia una "ortograf¨ªa fon¨¦tica", sino de suprimir reglas "absurdas" que no tienen ninguna explicaci¨®n. Entre ellas destacan el uso de consonantes dobles en palabras pertenecientes a una misma familia que se escribe con una sola; la existencia de acentos superfluos, como el circunflejo; la proliferaci¨®n de guiones y palabras compuestas y la pervivencia de letras del griego como la ph, que los autores tachan y sustituyen por una efe ya en el mismo t¨ªtulo del libro.La aparici¨®n casi simult¨¢nea a Que vive l'orthographe! de otras cuatro obras sobre el mismo tema ha contribuido a avivar la pol¨¦mica, aunque el mayor m¨¦rito corresponde al ep¨ªlogo escrito por Jean-Claude Barbarant en el libro citado.
Un s¨ªmbolo social
El dirigente del principal sindicato de maestros, que se pronuncia por primera vez a favor de la reforma, sostiene que que "la ortograf¨ªa se ha convertido en un signo de reconocimiento social" que "penaliza duramente a quien lo posee", lo que le ha valido de inmediato acusaciones de analizar el problema desde la Iucha de clases". Para apoyar su argumentaci¨®n, el l¨ªder sindical cita al acad¨¦mico Jean Dutourd, que se opone a cualquier reforma en estos t¨¦rminos: "?A qui¨¦n aprovechar¨¢ una reforma simplificadora de la ortografia? Evidentemente, a los ignorantes. ?Pero qu¨¦ importa que los ignorantes hagan faltas? Siempre las han hecho y no se les corta la cabeza por eso".Los motivos pedag¨®gicos eran ya una de las razones esgrimidas en un manifiesto reformista publicado hace siete meses por 10 ling¨¹istas en la primera p¨¢gina de Le Monde y que resucit¨® este eterno debate por en¨¦sima vez. En ese manifiesto se defend¨ªa tambi¨¦n la simplificaci¨®n de la ortografila como una necesidad para enfrentarse al desaf¨ªo tecnol¨®gico y como un instrumento para detener el retroceso del franc¨¦s en el mundo. Uno de los firmantes era Bernard Qu¨¦mada, que posteriormente fue nombrado por el Gobierno vicepresidente del Consejo Superior de la Lengua Francesa, el organismo que, como han declarado las autoridades pol¨ªticas, tendr¨¢ la ¨²ltima palabra en la pol¨¦mica.
El primer ministro, Michel Rocard, se ha mostrado favorable a una reforma que facilite el aprendizaje de la lengua y que respete lo fundamental, opini¨®n compartida tambi¨¦n por el ministro de Educaci¨®n, Lionel Jospin, meses atr¨¢s mucho m¨¢s reticente a cualquier modificaci¨®n. Ambos han lamentado los "maximalismos" en que ha derivado el debate con el duro enfrentamiento entre reformadores y puristas.
Maestros contra acad¨¦micos
Por lo general, ling¨¹istas y maestros se alinean en el bando reformador, mientras que los escritores y los acad¨¦micos defienden, con matices, lo que el presidente del grupo parlamentar¨ªo socialista en la Asamblea Nacional, Louis Mermaz, ha calificado como "nuestro patrimonio". ?sta y otras opiniones demuestran que inmovilistas y reformadores no coinciden con la divisi¨®n cl¨¢sica entre derecha e izquierda, aunque las reacciones m¨¢s virulentas contra las modificaciones procedan de la parte m¨¢s conservadora del arco pol¨ªtico.Un diputado de la giscard¨ªana Uni¨®n por la Democracia Francesa ha hablado de "M¨²nich de los intelectuales". Los partidar¨ªos de la reforma esgrimen el argumento de que la simplificaci¨®n mermar¨ªa el fracaso escolar al poder dedicar a otras tareas el tiempo que se pierde en explicar por qu¨¦ combattant, por ejemplo, lleva dos tes y combatif s¨®lo una.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.