Ankara acusa a Sof¨ªa de hostigar a los turcos que vuelven a Bulgaria

Turgut Ozal, el conservador primer ministro turco, ha viajado a Espa?a dejando abierta en casa la caja de los truenos. Casi coincidiendo con el inicio de la visita oficial de dos d¨ªas, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mureat Sungar, y el ministro de Estado, Ercument Konukman, acusaron a las autoridades de Sof¨ªa de continuar hostigando a la minor¨ªa turca de Bulgaria y de tomar represalias contra muchos de los integrantes de ¨¦sta que, tras huir a Turqu¨ªa decidieron regresar ante la falta de trabajo o alojamiento dignos o la imposibilidad de reunirse con los familiares que dejaron atr¨¢s.La oposici¨®n est¨¢ utilizando la cuesti¨®n b¨²lgara para atacar a Ozal en un momento especialmente delicado, a poco m¨¢s de un mes de una elecci¨®n presidencial que se decidir¨¢ en un Parlamento dominado por el partido del primer ministro, pero sospechoso de falta de representatividad pol¨ªtica tras su estrepitosa derrota del Gobierno en los comicios locales de marzo.

Ozal se precipit¨®, en contra de la opini¨®n del jefe de su diplomacia, Mesut Yilmaz, al abrir totalmente las puertas a cuantos turcos de Bulgaria quisieron cruzar la frontera. En apenas dos meses y medio se produjo un ¨¦xodo de m¨¢s de 310.000 personas a las que hab¨ªa que dar no s¨®lo nacionalidad, sino tambi¨¦n cobijo, comida y trabajo. S¨®lo unos pocos (40.000, seg¨²n Ozal) encontraron ocupaci¨®n y la mayor parte de ellos sigue viviendo en condiciones precarias. Seg¨²n Konukman, est¨¢n distribuidos en 44 ciudades y se planea construir para ellos 20.000 viviendas permanentes y otras 20.000 prefabricadas, gracias en parte a 200 millones de d¨®lares de ayuda europea.

El jefe de Gobierno, hace apenas un mes, tuvo que dar marcha atr¨¢s y cambiar totalmente su pol¨ªtica, ante el riesgo de encontrarse, antes de fin de a?o, con un mill¨®n de nuevos ciudadanos cuyas necesidades ser¨ªa incapaz de satisfacer. Tras la puerta abierta, lleg¨® el cerrojazo. Implant¨® la necesidad de visado. La Embajada en Sof¨ªa estudia ahora caso por caso y da prioridad a la reunificaci¨®n de familias. Cifras cantan: 2.110 visados en cinco semanas. Ozal acusa a Bulgaria de no querer sentarse a negociar un tratado de emigraci¨®n que prevea la llegada escalonada a Turqu¨ªa de cuantos miembros de la minor¨ªa musulmana lo deseen. Pero el r¨¦gimen de Todor Yivkov niega que exista siquiera el problema. Los que se van, dice, son simples turistas.

Konukman asegur¨® que entre los turcos llegados de Bulgaria, hab¨ªa 500 agentes secretos, pero que la mayor¨ªa han sido expulsados.