Los trabajadores de Peugeot en Francia entran en la tercera semana de huelga para pedir mejoras salariales

Los trabajadores de PSA Peugeot, la mayor empresa privada francesa del sector del autom¨®vil, han iniciado la tercera semana de huelga en la factor¨ªa de Mulhouse y la segunda en la f¨¢brica de Sochaux. La huelga sorprendi¨® a todo el mundo, desde el Gobierno -que esperaba los conflictos en el sector p¨²blico y no en el privado- hasta los sindicatos. Sin embargo, el conflicto expresa el deseo de los trabajadores de participar en el reparto de los beneficios de una empresa saneada tras un largo periodo de reconversi¨®n.

Entre 3.000 y 4.000 trabajadores se manifestaron el lunes en Montb¨¦liard, en las cercan¨ªas de Sochaux, donde se encuentra la mayor factor¨ªa de Peugeot, con 22.000 empleados. Al mismo tiempo, 1.300 obreros de Mulhouse -la f¨¢brica donde se inici¨® la huelga, con 12.000 trabajadores en plantilla- se trasladaban a Par¨ªs para exigir la negociaci¨®n ante las oficinas centrales de la empresa. Los trabajadores piden un aumento mensual de entre 250 y 1.500 francos (entre 4.700 y 27.800 pesetas), seg¨²n las diferentes centrales sindicales. Los sindicatos aseguran que 21.000 trabajadores no superan los 5.200 francos mensuales de sueldo.El presidente de Peugeot, Jacques Calvet, sin embargo, se niega a abrir negociaciones. El jefe de personal de la sede central de la empresa recibi¨® el lunes a ocho de los manifestantes ¨²nicamente durante cinco minutos, el tiempo suficiente para comunicarles que no habr¨ªa negociaciones. Esta intransigencia de la empresa ha llevado incluso a los cuadros de la factor¨ªa, de Mulhouse a solicitar la negociaci¨®n bajo la amenaza de secundar la huelga. Veinte militantes de la Confederaci¨®n General de Cuadros (CGC) intentaron tambi¨¦n ver a la direcci¨®n de la empresa, sin conseguirlo.

Mandos intermedios

Las factor¨ªas funcionan precariamente gracias a los mandos intermedios, a los trabajadores eventuales y a los robots. En Sochaux s¨®lo funcion¨® anteayer una de las cuatro cadenas, mientras que en Mulhouse sal¨ªan veh¨ªculos (unos 40 por hora) de una de las dos l¨ªneas de producci¨®n. La mayor¨ªa de los coches fabricados estos d¨ªas en Sochaux pertenece al nuevo modelo 605, cuya fabricaci¨®n amenaz¨® la empresa con parafizar al inicio del conflicto. Peugeot ha dejado de producir ya unos 15.000 veh¨ªculos.La empresa obtuvo el a?o pasado unos beneficios de! 163.000 millones de pesetas, con un endeudamiento cero desde el pasado mes de mayo. despu¨¦s de haber registrado p¨¦rdidas hasta mediados de los ochenta. La dura reconversi¨®n signific¨® una p¨¦rdida de 17.0001 empleos desde 1979 y un aumento salarial de ¨²nicamente un 9,5% entre 1985 y 1989, mientras los precios crec¨ªan un 17,3% en el mismo per¨ªodo. Con el argumento de que Peugeot puede recaer, Calvet, pese a estos datos, prefiere la inversi¨®n a los aumentos salariales para preparse ante la competencia japonesa en 1993.

La huelga se ha convertido en un test para otras empresas en un oto?o que se anuncia caliente, mientras el presidente de Renault augura que Francia, si prosigue el conflicto, deber¨¢ importar coches.