Jugar con ventaja
LA UTILIZACI?N privilegiada que el Gobierno hace de los trabajos del Centro de Investigaciones Sociol¨®g¨ªcas (CIS) resulta especialmente escandalosa en los per¨ªodos preelectorales. El argumento seg¨²n el cual los estudios del CIS son un instrumento necesario para la correcta gobernaci¨®n del pa¨ªs revela su condici¨®n de tapadera cuando, en v¨ªsperas de las elecciones, se realizan costosas encuestas destinadas; a orientar la campa?a del partido gobernante mediante datos que retiene de manera privilegiada.El desparpajo mostrado recientemente, en un informativo televisivo, por el actual director del CIS, Luis Rodr¨ªguez Z¨²?iga, constituy¨® un ejemplo de la deliberada confusi¨®n entre intereses p¨²blicos y particulares del partido en el poder que practican ciertos devotos funcionarios. Su exhibici¨®n de encuestas relacionadas con el SIDA, la circulaci¨®n o el aborto no sirvieron para responder a la pregunta concreta que se le hac¨ªa: por qu¨¦ los resultados de los sondeos electorales -financiados con fondos p¨²blicos y que no s¨®lo versan sobre la intenci¨®n de voto, sino sobre la sensibilidad de los electores ante determinados mensajes, evoluci¨®n de la opini¨®n en funci¨®n de la campa?a, etc¨¦tera...- son monopolizados por el partido gubernamental y sustra¨ªdos del conocimiento de la oposici¨®n. Y ¨¦se, y no otro, es el problema.
Puede ser conveniente, y hasta necesario, que el CIS refuerce su actividad en v¨ªsperas de consultas electorales con vistas a conocer lo m¨¢s exactamente posible la evoluci¨®n de la opini¨®n p¨²blica en momentos pol¨ªticamente tan trascendentales. Lo que no es admisible es que el Gobierno se quede con los resultados y los hurte al conocimiento de las fuerzas pol¨ªticas que leg¨ªtimamente participan en la lucha por la conquista del poder. En cualquier momento, y sobre todo en el que precede a los pronunciamientos electorales, el CIS est¨¢ obligado a cumplir con el papel que le corresponde en un r¨¦gimen de opini¨®n por excelencia como es el democr¨¢tico: facilitar a las fuerzas pol¨ªticas y sociales representativas los datos sociol¨®gicos y los trabajos de auscultacion de la opini¨®n p¨²blica necesarlos para orientar lo m¨¢s certeramente posible su actividad p¨²blica. No hacerlo as¨ª da?a gravemente la credibilidad del sistema pol¨ªtico en su conjunto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.