Aylwin ofrece garant¨ªas a la inversi¨®n extranjera en Chile despu¨¦s de Pinochet

"Cambio con estabilidad" es la frase que resume el programa econ¨®mico de la concertaci¨®n de 17 partidos de oposici¨®n que se aprestan a poner fin a 16 a?os de dictadura de Augusto Pinochet en Chile. El r¨¦gimen de Pinochet se ha caracterizado en el plano econ¨®mico por la aplicaci¨®n dr¨¢stica y continuada de un modelo neoliberal que ha mejorado las cuentas nacionales a costa de un recorte de los ingresos de los m¨¢s pobres y de una deuda externa que se eleva a 18.000 millones de d¨®lares.

Los principales responsables econ¨®micos del candidato ¨²nico de la oposici¨®n y casi seguro pr¨®ximo presidente chileno, Patricio Aylwin, creen que el principal objetivo del nuevo Gobierno ser¨¢ garantizar la propiedad y la inversi¨®n y realizar un giro social que atienda las necesidades de los postergados por el modelo. Aylwin y sus dos principales asesores econ¨®micos, Alejandro Foxley y Carlos Ominami, han visitado Espa?a esta semana para explicar las bases de su futuro Gobierno y en especial ofrecer garant¨ªas a la inversi¨®n extranjera.No habr¨¢ estatizaciones ni nacionalizaciones, asegura Ominami, un socialista que asumir¨¢ probablemente el Ministerio de Econom¨ªa. Foxley, por su parte, un economista democristiano que ser¨¢ ministro de Hacienda de Aylwin, afirma por su parte que el objetivo central ser¨¢ mantener el ritmo de crecimiento de los ¨²ltimos cinco a?os y mejorar gradualmente el poder adquisitivo de los trabajadores, sin provocar desequilibrios ni presiones inflacionarias que alteren el 13% de inflaci¨®n en el ¨²ltimo a?o, una tasa casi sin comparaci¨®n en toda Am¨¦rica Latina.

La principal herramienta de redistribuci¨®n del ingreso ser¨¢ una reforma tributarla, dice Foxley. "Queremos revertir algunas rebajas de impuestos exageradas de los ¨²ltimos a?os y crear con ellas un fondo de solidaridad social que ataque, con programas innovadores, la extrema pobreza", afirma. Este fondo se complementar¨¢ con donaciones procedentes de pa¨ªses u organismos internacionales, de tal manera que no se pueda producir gasto social sin una financiaci¨®n previamente asegurada.

En el ¨¢rea laboral, el Gobierno democr¨¢tico pretende conducir un proceso de concertaci¨®n social entre empresarios y centrales sindicales que asegure paz social y estabilidad econ¨®mica.

Seg¨²n afirma Foxley, existe conciencia entre los sindicatos de que las mejoras salariales deben ser graduales y sostenidas, para no provocar presiones inflacionarias. Las principales dificultades, seg¨²n dice, est¨¢n del lado de los empresarios, que a¨²n creen que pueden mantener su nivel de ganancias sin llevar a cabo una negociaci¨®n con los sindicatos.