Noche flamenca junto al Guadalquivir

En abril de 1956 el entonces pr¨ªncipe heredero de Marruecos, Mulay Hassan, visit¨® Sevilla con su padre, el sult¨¢n Mohamed V. En aquella ocasi¨®n, un grupo de cante y baile flamenco, del que la historia no ha retenido el nombre, alegr¨® la cena ofrecida en el sal¨®n Col¨®n de la Casa Consistorial a la familia real marroqu¨ª. Anoche, Hassan II tuvo de nuevo flamenco, esta vez en el hotel Alfonso XIII, su residencia en Sevilla, muy cerca del Guadalquivir, el r¨ªo Grande de la Espa?a musulmana.Los int¨¦rpretes fueron los. chicos y chicas del grupo Ciudad de Sevilla que, como se dice en la capital andaluza, es "de mucha categor¨ªa". El grupo ya estuvo en Rabat hace tres a?os con motivo del hermanamiento entre Sevilla y la capital marroqu¨ª, ciudades que disfrutan de dos monumentos emblem¨¢ticos y contempor¨¢neos de su cultura ¨¢rabe com¨²n: La Giralda y la Torre de Hassan.

Construido en 1928 por el arquitecto An¨ªbal Gonz¨¢lez para la Exposici¨®n Iberoamericana del a?o siguiente, el hotel Alfonso XIII deslumbr¨® a los marroqu¨ªes que en la ma?ana de ayer ultimaban los preparativos de la instalaci¨®n de su seberano. Sus capiteles, columnas y soler¨ªas de m¨¢rmol, sus artesonados de maderas nobles, sus rejas y barandas y sus paredes de ladrillo revestidas de azulejos de Triana, no desmerecen, seg¨²n ellos, de los palacios reales de Marruecos. Los responsables de protocolo de la Zarzuela y la Moncloa, sus colegas marroqu¨ªes y el personal del hotel pasaron en blanco la noche del s¨¢bado al domingo y siguieron trabajando sin descanso ayer, hasta los minutos previos a la llegada del rey de Marruecos al establecimiento sevillano. Cambiaban casi por entero el decorado de la suite real del primer piso, que albergar¨ªa al soberano marroqu¨ª y a sus dos hijos.

Hassan II viaja con numerosos guardaespaldas, los m¨¢s fieles de sus servidores de palacio y gran impedimenta. Dos aviones Hercules precedieron en varias horas la llegada del jumbo real. Estaban cargados de alfombras, cojines, muebles, libros, manteler¨ªa, cristaler¨ªa, cubiertos, vajillas y otros enseres. Tambi¨¦n lleg¨® a Sevilla un equipo m¨¦dico de emergencia y los miembros, con sus instrumentos, de una banda de m¨²sica.

A cuatro pasos de la Torre del Oro, Hassan II respir¨® durante unas horas el aire andaluz, magro consuelo para su no realizado deseo de efectuar una larga gira por Sevilla, C¨®rdoba y Granada, s¨ªmbolos en todo el mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n de uno de los mejores momentos de su cultura. Sevilla, sin embargo, le regal¨® ayer la reproducci¨®n de un aldab¨®n de la puerta de su antigua mezquita y un grabado con la leyenda Al¨¢ akbar, es decir: Dios es el m¨¢s grande.