Virgilio y Kafka inspiran a los j¨®venes
Con las actuaciones de la Orquesta Filarm¨®nica de Lubl¨ªn bajo la direcci¨®n de Adam Natanek, que estren¨® Infite puer, de Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Laborda (Le¨®n, 1946), inspirada en textos de Virgilio, la m¨²sica electroac¨²stica de los estudios holandeses, con el flautista Jorge Caryevsky y el espacio sonoro pl¨¢stico de Jos¨¦ Iges (Madrid, 1951) y Concha Jerez (Las Palmas, 1941), ha dado fin el V Festival Internacional de M¨²sica Contempor¨¢nea de Alicante.El director Manuel Galduf, al frente del Grup Contempo rani de Valencia, present¨® el pasado viernes seis estrenos de autores valencianos, un colectivo de lo m¨¢s interesante que ofrece la actual m¨²sica espa?ola, animado por Rafael Mira y estudiado puntualmente por Josep Ruvira.
Casi todos los compositores del Grup Contemporani de Valencia se formaron en el Conservatorio Superior de la capital mediterr¨¢nea y ampliaron luego sus horizontes en cursos nacionales y extranjeros con maestros como Xenakis, Berio, Becker, Donatoni, Rhim, Huber, Bernaola, Brncic y Crist¨®bal Halffter.
En Das Aufwachen der Gregor Samsa, el tema kafkiano de la metamorfosis sirve a Ram¨®n Ramos (Alginet, 1954), para una interacci¨®n entre el ruido, revalorizado musicalmente por el concretismo, y el sonido musical en una integraci¨®n unitaria de lo real y le, on¨ªrico. Viaje permanente, de Rafael Mira (Argel, 1951), consiste en un hecho expresivo logrado a partir de estructuras, tensiones y densidades objetivas en s¨ª mismas, pero capaces de mil sugerencias en el ¨¢nimo del auditor.
C¨¦sar Cano (Valencia, 1960) aborda en Glasperlenspiel II (Juegos de abalorios II) algo que se relaciona con la "invitaci¨®n a la memoria", por cuanto la herencia recibida se transforma y sintetiza en nuevo pensamiento musical. Por distinto camino, La voz perdida, de Enrique Sanz (Valencia, 1957), realiza su propio itinerario a las lejanas ra¨ªces sonoras del tiempo, valor que para Jos¨¦ Antonio Orts (Meliana, 1955) se torna en su Tiempo atrapado juego entre el tempo meramente f¨ªsico y, el humanizado a trav¨¦s de una inquisici¨®n en el timbre y la continuidad como elementos b¨¢sicos. Viredis, de Joan Cerver¨® (Manises, 1961), es m¨¢s que un concierto breve, un an¨¢lisis de las formas y estilos concertantes donde el oboe solista funciona como incitaci¨®n permanente.
Los dos conciertos de la Orquesta de Valladolid quedaron reducidos a uno y medio, ya que el primero, bien dirigido por Luis Remart¨ªnez, debi¨® prescindir de la Sinfonietta, programada en homenaje a Ernesto Halffter, por enfermedad repentina del clarinete solista. Escuchamos Mizar, la excelente p¨¢gina de Crist¨®bal Halffter, con dos flautas solistas, po¨¦tica y decorativa, y el Concertino para piano, escrito en su juventud por Francisco Cano (Madrid, 1939), perdido despu¨¦s y ahora reencontrado. La obra ayuda a comprender ¨¦l primer tramo creativo de su autor junto al Quinteto y El p¨¢jaro de cobre. Mario Monreal asumi¨® con brillantez, gran virtuosismo y comunicatividad la parte pian¨ªstica.
Flexibilidad r¨ªtmica
Bajo la direcci¨®n del mexicano Manuel de El¨ªas (1939), la orquesta vallisoletana dio a conocer, junto a una obra del propio maestro, Sonante n¨²mero 9, cuyo talante queda decidido por la misma materia sonora, y otra de su compatriota Manuel Enr¨ªquez (Jalisco, 1926), titulada Ritual, de gran fascinaci¨®n vital y flexibilidad r¨ªtmica, la Sinfon¨ªa n¨²mero 3, de Alejandro Yag¨¹e (Palacios de la Sierra, Burgos, 1947). Con el tema beethoveniano Muss es sein como c¨¦lula y nexo principales, Yag¨¹e desarrolla en un solo movimiento tres secciones bien ideadas y construidas, y sin duda necesitadas de un extremado detallismo en la ejecuci¨®n.
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