Una pel¨ªcula con mucha tempestad

Vuelve a las peque?as pantallas Los insaciables, una pel¨ªcula basada en una novela de Harold Robbins, y un espl¨¦ndido melodrama a un s¨®lo paso de Sirk o Minnelli; vamos, que le falta la especia o el punto exacto de cocci¨®n. Pero el guiso es sabroso y soberanamente lujoso como esos vestidos -de Edith Head, la diosa de los vestidos-, alfombras u hoteles que visten con sus colores y su textura lo que es un buen melodrama.

Los insaciables es puro fuego, el ejemplo de un tipo de cine terminal que en los a?os sesenta mostr¨® galante su esqueleto para pasar m¨¢s tarde a la pr¨¢ctica extinci¨®n. Los insaciables, cocinada con la misma pasta con que hoy se amansan inn¨²meros telefilmes tipo Dallas, es abrupta, torrencial, con formas cinematogr¨¢ficas propias de un cineasta como Edward Dmytryk, que se las sabe todas y que, si bien no tiene una personalidad definida en las enciclopedias, imprime car¨¢cter a sus personajes y a sus pasiones. Pel¨ªcula con clase, Los insaciables cuenta adem¨¢s con un id¨®neo reparto encabezando la funci¨®n: George Peppard, en su mejor momento; Carroll Baker todav¨ªa capaz de erotizar todo cuanto se interponga a su alrededor, y Alan Ladd, un actor destrozado por el alcohol, en su ¨²ltima y pat¨¦tica aparici¨®n en las pantallas.

Los insaciables, a las 22.35 por TVE-2.