Brown y el reloi de Mickey
El t¨¦cnico americano del Joventut es economista y amante de la puntualidad
PEDRO BARTHE, Naci¨® en Brooklyn (Nueva York), y trabaja ahora en Badalona. Se licenci¨® en econom¨ªa y ejerce como entrenador de baloncesto. Es Herbert Brown, el nuevo t¨¦cnico de] Joventut, un hombre amante de la puntualidad que lleva un reloj con la figura de Mickey Mouse y suele decir: "Es la hora de Mickey". Es un ganador nato. A su llegada dijo que no quer¨ªa o¨ªr hablar del pasado y que estaba dispuesto a cambiar la historia. Junto con Karl, en el Madrid, es una de las novedades de la temporada.
Brown tiene 53 a?os y est¨¢ casado con una puertorrique?a, pero apenas si sabe algunas palabras en castellano. Su primer trabajo como entrenador fue en la fallida Liga Profesional Europea que se puso en marcha en 1974. Entren¨® al equipo israel¨ª Sabras y gan¨® el t¨ªtulo. El a?o siguiente fue ayudante de Ray Scott en los Pistons de Detroit, pero a los 10 partidos Scott se fue y Brown empez¨® una etapa de dos a?os como primer entrenador de los actuales campeones de la NBA.La temporada 1913-79 gan¨® la extinguida Liga de la Western Basketball Association con el Tucson Gunners, siendo elegido entrenador del a?o. Llegado a este punto consider¨® oportuno un alejamiento de las canchas y estuvo cuatro a?os trabajando como economista. Sus amigos lo recuperaron para el mundo de la canasta y entren¨® al Puerto Rico Coquis un par de temporadas en la liga comercial de la CBA. Gan¨® el t¨ªtulo de la Divisi¨®n Este y fue designado entrenador del a?o. Continu¨® en el Cincinnati Slammers y en 1986 fue elegido entrenador para el All Stars llevando al equipo del oeste a la victoria. La NBA lo recuper¨® en la temporada 87-88 como segundo entrenador en Phoenix y el a?o pasado fue ojeador de los Bucks de Milwaukee. Esta temporada, al no tener ofertas para volver a los banquillos, decidi¨® emprender la aventura europea. Cada d¨ªa, hacia las 10 de la ma?ana, llega al pabell¨®n del Joventut y no lo abandona hasta las 10 de la noche. Sus trabajos preferidos estudiar las estad¨ªsticas y visionar v¨ªdeos- los alterna con Ias cuatro horas diarias -de entrenamiento. Asegura que la ense?anza no es incompatible con las victorias. Es un admirador de la puntualidad. Tiene un reloj con un dibujo de Mickey Mouse en la esfera y a la hora prevista suele decir: "Mickey dice que es la hora", y arranca el autocar dejando en tierra y con la simb¨®lica multa a los rezagados. Las multas este a?o son inferiores (s¨®lo 1.000 pesetas) a otras temporadas. Mantiene reuniones individuales con todos los jugadores, adem¨¢s de las generales, ya que quiere que vivan los partidos y les habla en todo momento del futuro rival.
En la ¨²ltima sesi¨®n preparatoria visionan un v¨ªdeo del rival y se entrenan divididos en dos bandos; uno, como lo va a hacer el Joventut, y otro con los sistemas defensivos del contrario. En su vestuario el v¨ªdeo est¨¢ a disposici¨®n de cualquier jugador que quiera repasar la lecci¨®n. Nada m¨¢s llegar entreg¨® un abultado libro de sistemas a sus jugadores y cada d¨ªa aporta correcciones y variaciones sobre ellos. Afirma que el jugador que piensa en la pista no sirve, tiene que haber trabajado durante la semana y actuar liberado, no mecanizado por unos sistemas r¨ªgidos. Apunta en la pizarra mensajes muy americanos del tipo de "Cree en lo que haces. No te autolimites". Con Brown, los jugadores trabajan m¨¢s, pero a un ritmo m¨¢s lento. Hace constantes paradas en los entrenamientos para que todo quede claro. Es muy meticuloso. El primer d¨ªa los sorprendi¨® con sus potentes gritos.
Siempre lleva durante los partidos unos papeles enrollados en la mano, son los sistemas del equipo contrario. Se los sabe de memoria, pero quiere demostrar a sus jugadores que ¨¦l tambi¨¦n los trabaja. No hace declaraciones antes de los partidos porque est¨¢ concentrado.
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