Reuni¨®n del Parlamento liban¨¦s en Arabia Saud¨ª

"El destino de L¨ªbano est¨¢ en vuestras manos, y s¨®lo vuestro di¨¢logo puede llevar al entendimiento". Con estas palabras, el jefe de la diplomacia saud¨ª, pr¨ªncipe Saud al Faisal, abr¨ªa ayer en Taif (Arabia Saud¨ª) la reuni¨®n de parlamentarios libaneses que durante los pr¨®ximos d¨ªas van a intentar encontrar una soluci¨®n a la crisis de su pa¨ªs. Sesenta y dos de los 73 diputados a¨²n en funciones han acudido a la cita de la Liga ?rabe.

Fuera del territorio nacional y sin poder constituyente, estos representantes elegidos hace 17 a?os simbolizan la ¨²ltima y fr¨¢gil esperanza de paz para L¨ªbano.Junto al pr¨ªncipe Saud y a los 62 legisladores se encuentran tambi¨¦n en la citada ciudad ar¨¢biga, Lajdar Ibrahimi y los ministros de Asuntos Exteriores de Argelia, Sid Ahmed al Ghosali, y de Marruecos, Abdellatif Filali. Los jefes de Estado de esos tres pa¨ªses recibieron el pasado mayo en la cumbre de Casablanca el mandato de mediar en el nuevo estallido de violencia liban¨¦s. Ibrahimi fue nombrado poco despu¨¦s enviado especial del triunvirato. Ninguno de los cuatro extra?os participar¨¢ de forma directa en los debates.

Se trata de la primera iniciativa de di¨¢logo interliban¨¦s apadrinada por la Liga, desde que estallara la guerra civil en abril de 1975. Tambi¨¦n por primera vez va a abordarse directamente el asunto de la retirada de las tropas sirias de L¨ªbano. Los soldados de Damasco, hoy calculados en unos 35.000, llegaron en 1976 bajo la cobertura de una fuerza multi¨¢rabe.

La casualidad ha querido que a la mesa del Palacio de Congresos de Taif se sienten un n¨²mero igual de diputados cristianos y musulmanes, 31, pese a la desequilibrada composici¨®n del Parlamento (40 cristianos y 33 musulmanes), fruto de un pacto desigual al que se atribuyen todos los males de la patria.