Lope, como rom¨¢ntico

Lope de Vega se adentr¨® en el sutil y desesperante juego del honor y el amor con la figura de Mac¨ªas, enamorada de una mujer honesta, prometida primero y luego casada; la respet¨® delicadamente, pero no ces¨® de expresar su amor. Este delito de pensamiento fue castigado por el maestre con la c¨¢rcel y por el marido con muerte aleve. Mac¨ªas porfi¨¦ en su amor in¨²til hasta morir... Lope tom¨® el drama de la Edad Media; dos siglos despu¨¦s Larra lo hizo suyo en Mac¨ªas, el enamorado, como un vendaval rom¨¢ntico. Alberto Gonz¨¢lez Vergel, adaptador -con Antonio Morales- y director, escoge el romanticismo, pero con el texto de Lope, o los varios textos, porque otros del autor est¨¢n a?adidos, o hacen de sustituto, incluso incorporando voces interiores y lectura de un par de poemas, para acentuar el car¨¢cter que ¨¦l ve en la obra. Los trajes de Jos¨¦ Miguel Ligero comparten esta mezcla que va de la levita a la t¨²nica y la corona colocada sobre la testa regia, con calidad de dise?o y color, y el decorado de Luis Caruncho es elegante, como el de una discoteca moderna. La iluminaci¨®n act¨²a continuamente subrayando pasajes como arreglo a una psicolog¨ªa sencilla -oscuro para lo ¨ªntimo, brillante para lo p¨²blico-, como la m¨²sica de Gustavo Ros.La interpretaci¨®n est¨¢ dirigida con solemnidad, lenta y desgranada, no s¨®lo en renglones, sino en corte de frases, lo que a veces deja poca o nula posibilidad de entendimiento para el p¨²blico. ?ste aplaudi¨® la muestra de cultura con calor -en la representaci¨®n del s¨¢bado, con medio patio de butacas ocupado-, y especialmente a Juan Carlos Naya, el rom¨¢ntico Mac¨ªas que entona y gesticula con la desolaci¨®n correspondiente, aunque hay m¨¦ritos especiales en Violeta Cela, por su presencia y por la riqueza de su voz, aunque no deja de estar afectada, como todos los dem¨¢s, por la forma decidida y premeditada de la dicci¨®n.