El tiempo y el espacio

Conceptos como tiempo y espacio, bajo distintas perspectivas, se barajaron en el concierto de Transvision Vamp, una nueva banda brit¨¢nica de sorprendente aceptaci¨®n en Espa?a. Con una vocalista rubia de fr¨¢gil sensualidad, mantienenuna imagen que, para su suerte, agrada a p¨²blicos muy variados, hasta el punto de hacer posible que hayan vendido en nuestro pa¨ªs 50.000 copias de Velveteen, su segundo elep¨¦.El tiempo apareci¨® con constantes referencias hist¨®ricas, como base de inspiraci¨®n inevitable en un grupo basado en viejos g¨¦neros: Transvision Vamp se limitan a reciclar, con mayor o menor descaro, sonidos de los cincuenta, de los sesenta y de los setenta. Todas las canciones de su breve repertorio, firmadas sin ning¨²n recato por alguno de los cuatro miembros del grupo, recuerdan determinados momentos brillantes del pop-rock cl¨¢sico, rozando en ocasiones el plagio. Como ejemplo de esta afici¨®n por lo ajeno sirve su ¨²ltimo sencillo, Baby, I dont care, una versi¨®n acertada, pero versi¨®n a fin de cuentas, del popular Louie, Louie, de The Kingsmen. Instrumentalmente se mostraron serios y convincentes, sin una sola concesi¨®n virtuosista y pecando de cierta monoton¨ªa. El p¨²blico disfrut¨® de su contundencia r¨ªtmica.

El espacio flisico, limitado en toda sala de conciertos, se convirti¨® en el otro protagonista de la noche, ante un intento de los organizadores por transgredir esta racional medida. Calor, humo y toda clase de apreturas e incomodidades impidieron a un buen n¨²mero de sufridos espectadores, que hab¨ªan pagado 1.800 pesetas por su entrada, presenciar el concierto en unas condiciones m¨ªnimamente aceptables.