Los comunistas h¨²ngaros se autoinmolan y crean un Partido Socialista de corte prooccidental

El congreso del Partido Socialista Obrero H¨²ngaro (PSOH, comunista) decidi¨® ayer por abrumadora mayor¨ªa su conversi¨®n en el Partido Socialista H¨²ngaro y aprob¨® la abolici¨®n de toda la estructura interna y un programa que propugna la democracia pluralista, el Estado de derecho y la econom¨ªa de mercado. Con 1.105 votos a favor, tan s¨®lo 159 en contra y 38 abstenciones, los delegados decidieron aprobar la propuesta de los reformistas. Con esta decisi¨®n hist¨®rica el nuevo partido rechaza todo hegemonismo y persigue el establecimiento de un sistema pol¨ªtico plenamente homologable a las democracias burguesas" en ruptura total con la herencia totalitaria del POSH.

Irnre Pozsgay, l¨ªder del ala reformista radical, logr¨® en el congreso del Partido Socialista Obrero H¨²ngaro una mayor¨ªa para marginar a sus dos rivales conservadores, Karoly Grosz y Janos Berecz, e imponer el cambio del nombre del partido y la aprobaci¨®n de un programa netamente socialdem¨®crata con vistas a las elecciones de 1990.Pozsgay se perfila como triunfador en su lucha por la liquidaci¨®n total de las fuerzas comunistas en el escenario pol¨ªtico de Hungr¨ªa. Descabezada la corriente conservadora principal con la ca¨ªda de Grosz y Berecz, la inmensa mayor¨ªa de los a¨²n recelosos de la v¨ªa democratizadora se uni¨® ayer a la plataforma reformista. El resto parece condenado a la marginalidad en los grup¨²sculos ortodoxos comunistas.

Pozsgay hab¨ªa declarado horas antes que el congreso a¨²n no hab¨ªa decidido si crear¨ªa un nuevo partido o se producir¨ªan una o varias escisiones. Sin embargo, los intentos de los conservadores de lograr una continuidad del POSH forzando la escisi¨®n de los reformistas radicales de Pozsgay, por un lado, y los ultraortodoxos, por el otro, quedaron abocados al fracaso.

Acercamiento a la CE

El l¨ªder reformista manifest¨® en una conferencia de prensa convocada urgentemente que contaba con el apoyo del presidente del partido, Rezso Nyers; del primer ministro, Miklos Nemeth, y Gytila Horn, ministro de Asuntos Exteriores, y que "la posici¨®n de Berecz ha sido totalmente rechazada". A¨²n hab¨ªa dudas el viernes sobre las intenciones de Nyers, que parec¨ªa buscar una salida que salvara pol¨ªticamente a los conservadores. Nyers mostr¨® reservas a la radicalidad de las propuestas de Pozsgay e intent¨® paliar ¨¦stas se?alando que los "comunistas reformadores s¨ª tienen sitio en el nuevo partido".

El nuevo partido pedir¨¢ su ingreso en la Internacional Socialista, propugna un acercamiento a la Comunidad Europea que lleve finalmente al ingreso de Hungr¨ªa en la misma y se declara incondicionalmente partidario de la econom¨ªa de mercado. El capitalismo tiene sus problemas, se?al¨® Pozsgay, pero es lo mejor que se ha inventado hasta ahora", a?adi¨®.

Respecto a las implicaciones internacionales de la autoinmolaci¨®n del partido comunista -la primera que se produce en la historia del movimiento comunista-, Pozsgay dijo que el camino adoptado por Hungr¨ªa est¨¢ inspirado en gran parte en Gorbachov, y que, en todo caso, "Hungr¨ªa es una naci¨®n soberana y act¨²a soberanamente. Quiere relaciones amistosas con la URS S y todos sus vecinos". Seg¨²n manifest¨®, mientras existan bloques, su partido no abogar¨¢ por el abandono del Pacto de Varsovia. Pero los acontecimientos de los ¨²ltimos tiempos demuestran que Hungr¨ªa puede actuar soberanamente tambi¨¦n siendo miembro del mismo.

Los comunistas h¨²ngaros entraron ayer en la fase decisiva del congreso, en el que una mayor¨ªa de los oradores se declar¨® incompatible con aquellos que intentan f¨®rmulas de compromiso entre la-tradici¨®n dictatorial de los ¨²ltimos 40 a?os y el nuevo proyecto pol¨ªtico en un sistema pluralista democr¨¢tico.

Grosz, que el viernes a¨²n intent¨® hacer frente com¨²n con los conservadoress, anunci¨® ayer su retirada de la pol¨ªtica. Berecz, erigido en l¨ªder de los kadaristas contrarios a la ruptura total con el pasado comunista del partido, acus¨® desde la tribuna a los reformistas de ,,enviarlo a la hoguera". Totalmente desencajado, Berecz se compar¨® con Jan Hus, el reformador bohemio enviado a la hoguera por la Inquisici¨®n y acus¨® impl¨ªcitamente a la direcci¨®n de traicionar a la militancia comunista. "Con la opini¨®n sobre los comunistas que han expresado aqu¨ª, nosotros no podemos estar en el mismo partido", manifest¨®.