Hungr¨ªa disuelve su fuerza paramilitar comunista
ENVIADO ESPECIAL El Partido Socialista H¨²ngaro (PSH) acord¨® ayer la disoluci¨®n de las Milicias Obreras, una temida y odiada organizaci¨®n paramilitar comunista, fuertemente armada, en la que la oposici¨®n y los reformistas de? reci¨¦n creado partido ven una seria amenaza de desestabilizaci¨®n para la transici¨®n democr¨¢tica ante las primeras elecciones libres, a celebrar en primavera. El PSH anunci¨® asimismo que propondr¨¢ como D¨ªa Nacional el 23 de octubre, fecha en que se cumple el aniversario de? levantamiento popular aplastado posteriormente por las tropas sovi¨¦ticas.
Las Milicias Obreras, intensamente indoctrinadas en la combatividad contra el enemigo interno, fueron creadas precisamente tras aquellos tr¨¢gicos acontecimientos como fuerza represora de todo movimiento de protesta contra el r¨¦gimen comunista. Seg¨²n el acuerdo del PSH, la festividad del 23 de octubre "deber¨¢ llevar a la memoria del pueblo c¨®mo pervierten las dictaduras a la sociedad y a los ciudadanos. Tambi¨¦n advertir¨¢ que el uso de la fuerza para impedir evoluciones sociales siempre genera el odio".En la madrugada de ayer, al Final de un tempestuoso congreso de cuatro d¨ªas que puso fin a 70 a?os de existencia del partido comunista, los delegados del PSH acordaron disolver esta fuerza de choque comunista, que cuenta con 60.000 miembros y armamento semipesado. El Parlamento h¨²ngaro deber¨¢ ratificar esta decisi¨®n, ya que, desde hace meses y bajo la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica, la direcci¨®n del Partido Socialista Obrero H¨²ngaro (PSOH) transfiri¨® la autoridad sobre estos grupos al Ministerio del Interior.
La direcci¨®n del PSH decidi¨® tambi¨¦n la retirada de las armas a los dirigentes medios del disuelto PSOH que no puedan justificar la posesi¨®n de las armas con razones distintas al cargo desempe?ado en el pasado. La oposici¨®n democr¨¢tica solicit¨® esta medida desde hace meses. La existencia de decenas de miles de armas cortas en manos de particulares de actitud al menos dudosa hacia la transici¨®n democr¨¢tica supone asimismo un peligro de desestabilizaci¨®n, insist¨ªa la oposici¨®n.
En el muy controvertido debate sobre el futuro del patrimonio del PSOH, que, seg¨²n estimaciones internas, est¨¢ valorado en unos 153 millones de d¨®lares, el nuevo partido socialista asegura que devolver¨¢ al Estado la mayor parte de los numerosos bienes inmuebles, fincas, villas, palacios y edificios urbanos, y que s¨®lo mantendr¨¢ lo estrictamente necesario y los bienes procedentes de las contribuciones de sus miembros. La distribuci¨®n y devoluci¨®n de este patrimonio ser¨¢ una ardua tarea, debido a que en gran parte fue transferido al partido sin control alguno que no fuera el de los directamente implicados y beneficiados. En las ¨²ltimas semanas, la oposici¨®n ha denunciado la creaci¨®n de empresas ficticias, a las que son transferidos bienes del partido en operaciones para privatizar, entre dirigentes del partido y la Administraci¨®n, patrimonio del partido y del Estado.
Democracia pluralista
El congreso hizo un llamamiento para que se unan al partido socialista todos los militantes del PSOH que apoyen el nuevo programa y que se identifiquen con los objetivos de la democracia pluralista, el Estado de derecho y la econom¨ªa de mercado. Dirigentes conservadores que se opusieron a la creaci¨®n del nuevo partido y al programa del mismo pidieron por su parte a los militantes del PSOH que no suscriban el documento de adhesi¨®n al partido socialista.
Despu¨¦s del 31 de octubre, los comunistas que quieren reactivar el PSOH, encabezados por el ex secretario general Karoly Grosz y el ex responsable de ideolog¨ªa, intentar¨¢n captar a los descontentos con los resultados del congreso para organizarse como partido comunista bajo las siglas del partido oficialmente desaparecido. Uno de sus principales objetivos es disputar al PSH el patrimonio de la organizaci¨®n comunista extinta.
Las posibilidades del PSOH y del nuevo partido comunista h¨²ngaro de lograr incluso una peque?a representaci¨®n parlamentaria en las elecciones generales libres son muy escasas. En Budapest, medios conservadores y reformistas coinciden en que, en ciertos sectores de los 700.000 miembros que a¨²n le quedaban al PSOH pese a la continua deserci¨®n de la militancia, la ruptura total con el pasado comunista, el abandono de todos los s¨ªmbolos y la tendencia socialdem¨®crata de la mayor parte de la direcci¨®n del PSH han provocado gran malestar entre los veteranos. De organizarse como PSOH una cifra significativa de estos militantes, Grosz y Berecz querr¨¢n disputar al PSH los bienes. El acuerdo del. PSH habla de repartirlo, si bien no dice si ser¨¢ con el Estado o con organizaciones pol¨ªticas.
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