El tiempo lo resolver¨¢
Los partidos pol¨ªticos se resignan a seguir conviviendo con 2,5 millones de desempleados
Los 2,5 millones de parados no componen una mera cifra estad¨ªstica; existen y est¨¢n identificados por los expertos. Dos tercios son j¨®venes menores de 30 a?os, un grupo social que se mueve entre el desempleo y la eventualidad, y m¨¢s de la mitad son mujeres que quieren acceder o volver al mercado, para normalizar as¨ª una tasa de actividad femenina muy baja, el 25%.El 40% de los afectados lleva m¨¢s de dos a?os buscando trabajo y entre los mayores -800.000 con m¨¢s de 30 a?os-, tienen especiales dificultades los de menos estudios. Este grupo procede en buena parte de la reconversi¨®n pobre de las peque?as y medianas empresas, que origin¨® tres millones de despidos entre 1980 y 1988. Los que han agotado todos los subsidios est¨¢n engrosando las filas de la nueva pobreza, localizada en las grandes ciudades, y formada por trabajadores sin cualificaci¨®n, demasiado j¨®venes para recibir una pensi¨®n y demasiado viejos para que las empresas los contraten.
Geogr¨¢ficamente, las bolsas de paro est¨¢n desigualmente repartidas y Andaluc¨ªa re¨²ne la cuarta parte del desempleo total. Junto a Extremadura, el Pa¨ªs Vasco y Canarias sufren una tasa de desempleo muy superior al 18% de la media nacional.Estad¨ªsticas fiables
El Libro blanco sobre el paro dej¨® sin argumentos a quienes ven¨ªan afirmando que en Espa?a no hay parados, sino vagos y defraudadores, y ratific¨® que el problema existe, que las estad¨ªsticas espa?olas son tan fiables como las europeas, sobre todo la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), y la econom¨ªa sumergida no hace m¨¢s que paliarlo y proporcionar alguna ocupaci¨®n remunerada a quienes aparecen en los registros como inactivos.
El grupo de expertos que elabor¨® el informe se pregunta por qu¨¦ no se producen tensiones sociales y responde que no se han generado por el aumento del consumo total, las transferencias de la Seguridad Social, el seguro de paro y la familia, que mantiene al sector m¨¢s afectado, los j¨®venes. Pero hacen una advertencia: la instituci¨®n familiar no puede seguir funcionando como apoyo por mucho tiempo (los padres envejecen y se jubilan), ni ello resuelve el problema a largo plazo por la sensaci¨®n de inutilidad y des¨¢nimo. "El paro", afirman, "no produce tensiones aparentes hoy, pero origina una poblaci¨®n incapacitada para ma?ana" y sentencian que entre los j¨®venes se est¨¢ produciendo un problema tal que es dif¨ªcil que recuperen la carencia de experiencia laboral.
El informe advert¨ªa que en el a?o 2000 habr¨¢ 1,6 millones de desempleados, aun cuando los puestos generados cada a?o oscilan entre los 260.000 y los 320.000 y la tasa se situar¨ªa en el la que tiene hoy Europa.
Tras esas conclusiones el Gobierno escondi¨® el documento en un caj¨®n y ning¨²n partido de la oposici¨®n se detuvo en los cap¨ªtulos que describen la magnitud del problema.
Parece, pues, que las leyes del mercado y el modelo d¨¦ crecimiento no bastar¨¢n para formar los m¨¢s de 300.000 especialistas que se precisan en la construcci¨®n, el sector financiero o el turismo; ni para movilizar trabajadores hacia las zonas donde se necesitan ni para dar respuesta a las bolsas de paro-pobreza.
El partido socialista que, seg¨²n los sondeos, va a seguir gobernando, cree que hay que mantener la mejor¨ªa conseguida y muestra con triunfalismo los nuevos empleos creados en la legislatura -1.400.000- Una cifra que nadie niega, pero insuficiente para absorber la incorporaci¨®n de activos y mujeres y menor de lo que el alto crecimiento econ¨®mico permitir¨ªa. En 1986 y 1987 las dos cifras fueron paralelas; mientras en 1988 la econom¨ªa creci¨® un 5% y el empleo, el 2,8%, un argumento utilizado para demostrar que el empleo no es su prioridad.
Buena parte del trabajo generado es eventual y lo es el 90% de las nuevas contrataciones registradas en las oficinas de empleo, ya que es en esta legislatura cuando empiezan a tener impacto las reformas aplicadas en el mercado contractual en 1984 y que han facilitado a las empresas una contrataci¨®n a la carta. Ahora las plantillas tienen una tasa media del 25% de trabajadores temporales y hay 2,1 millones de eventuales, a lo que se une el fraude de ley, la utilizaci¨®n de contratos temporales para puestos fijos y la aplicaci¨®n de la modalidad de formaci¨®n sin que ¨¦sta se facilite.
Pleno empleo
El PSOE empieza a reconocer el vertiginoso incremento de la precariedad y el cap¨ªtulo de su programa dedicado a la generaci¨®n de puestos de trabajo tiene el mismo t¨ªtulo -m¨¢s y mejor empleo- que una vieja reivindicaci¨®n de los sindicatos. No ofrece medidas de reparto del empleo ni programas de choque urgentes; se ha olvidado del pleno empleo y se limita a declarar que su objetivo es mantener un crecimiento equilibrado que permita seguir creando puestos de trabajo. Para seguir la actual tendencia, piensa actuar con los j¨®venes, la contrataci¨®n y las cooperativas. Los programas en contrataci¨®n consistir¨¢n en apoyar la relaci¨®n indefinida entre menores de 30 a?os y mujeres y facilitar¨¢ el empleo reforzando los servicios p¨²blicos. Entre sus prioridades coloca la formaci¨®n profesional.
Para el Partido Popular el aumento del empleo "est¨¢ totalmente vinculado a la expansi¨®n de la actividad econ¨®mica" y cree que el desempleo s¨®lo puede ser absorbido si se consiguen incrementar el producto real m¨¢s del 4% anual. Si llega al Gobierno dar¨¢ mayor protagonismo al sector privado y eliminar¨¢ el "impuesto contra el enipleo", bajando la cuota empresarial.
El programa econ¨®mico de Izquierda Unida se marca como objetivo central "el avance hacia una sociedad de pleno empleo" y "crecer repartiendo". Propone un plan de empleo integral con medidas para colectivos con especiales dificultades, potenciar el papel de la empresa p¨²blica y medidas de reparto del empleo. Entre ¨¦stas propone la quinta semana de vacaciones, reducci¨®n de la jornada con el horizonte de las 35 horas en 1992, rebaja de la edad legal de jubilaci¨®n y reducci¨®n dr¨¢stica de las horas extraordinarias. Para defender la estabilidad en el empleo, debe haber "un contrato fijo para cada empleo fijo" y se compromete a desarrollar campa?as informativas para las trabajadoras de la econom¨ªa sumergida.
El Centro Democr¨¢tico y Social, por su parte, proclama: "Si queremos vivir mejor y pagar menos impuestos hay que crear m¨¢s trabajadores y contribuyentes". El aumento de la oferta y la demanda de empleo lo quiere lograr mediante el incremento de las inversiones en infraestructuras p¨²blicas y la movilidad laboral por mejora de las redes de transportes y del mercado de la vivienda. Con car¨¢cter prioritario atajar¨ªa el paro juvenil y la precarizaci¨®n.
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