El virus de un nuevo delito
SI ALGO caracteriza al terrorismo inform¨¢tico es el anonimato. Cualquier persona con un ordenador en casa y conocimientos suficientes puede crear un programa capaz de infectar otros ordenadores. Luego, s¨®lo se requiere introducir el virus en las redes telem¨¢ticas para garantizar su difusi¨®n. El t¨¦rmino terrorismo que define la utilizaci¨®n de virus inform¨¢ticos para atacar indiscriminadamente a cualquier usuario de ordenador no es un recurso ret¨®rico, como se puede apreciar con la simple descripci¨®n de la historia de Viernes 13. El programa-virus lleva inscrita la orden de destruir todos los ficheros ejecutables cualquier d¨ªa que sea viernes y adem¨¢s 13. Pero tambi¨¦n incorpora la orden de que los viernes y 13 del a?o 1988 son una excepci¨®n. ?Qu¨¦ puede eso significar? Lo m¨¢s probable es que el programador-terrorista, que probablemente tuvo listo el virus a finales de 1987 o principios de 1988, quer¨ªa darse m¨¢s de un a?o de tiempo para garantizar la amplia difusi¨®n del agente pat¨®geno y lograr as¨ª que el da?o fuera mayor cuando actuara tal d¨ªa como ayer. El ¨²nico fallo que cometi¨® el dise?ador del virus fue no prever la r¨¦plica ilimitada a Viernes 13 una vez introducido ¨¦ste en el ordenador, lo que ha permitido su detecci¨®n con tiempo suficiente para crear ant¨ªdotos.Una segunda caracter¨ªstica que distingue a estos terroristas inform¨¢ticos de los simples gamberros es la complejidad de sus creaciones. Algunos de los virus que se han expandido por el mundo en los ¨²ltimos a?os son de una complejidad y perfecci¨®n que est¨¢ s¨®lo al alcance de excelentes programadores. Viernes 13, sin ir m¨¢s lejos, es un programa ajustad¨ªsimo con una gran capacidad de acci¨®n pese a ocupar s¨®lo 1.808 bytes. Para hacerse una idea de lo corto que es ese programa cabe compararlo con el ant¨ªdoto que acaba con ¨¦l: ocupa 75.000 bytes, 40 veces m¨¢s, y es tambi¨¦n un buen trabajo.
La localizaci¨®n y detenci¨®n de un programador de virus escondido en su casa y sin especiales conexiones pol¨ªticas o econ¨®micas es muy dificil, por no decir imposible, para los que deben garantizar la tranquilidad y los bienes de los ciudadanos. Contra los virus inform¨¢ticos, el mejor remedio dif¨ªcilmente dejar¨¢ de ser la programaci¨®n de un buen ant¨ªdoto y la toma de todas las precauciones posibles, como se ha hecho en esta ocasi¨®n. Pero el revuelo formado por Viernes 13 bien puede servir para demandar una creciente protecci¨®n judicial, legislativa y hasta policial respecto de los delitos inform¨¢ticos que empiezan a proliferar en nuestra sociedad. Frente a las grandes dosis de inteligencia que algunos utilizan para delinquir, es preciso que la sociedad se dote de los mejores medios y del personal m¨¢s cualificado para combatirlo, m¨¢xime cuando lo inform¨¢tico es -cada vez m¨¢s- parte sustancial de la vida cotidiana.
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