Duras cr¨ªticas en EE UU por la autorizaci¨®n al FBI para secuestrar a delincuentes en el extranjero
La nueva normativa del Departamento de Justicia norteamericano que permite a los agentes del Bur¨® Federal de Investigaci¨®n (FBI, polic¨ªa federal) detener y extradir a un fugitivo sin el consentimiento del pa¨ªs donde se haya realizado el arresto ha sido criticada por algunos miembros del Congreso y expertos en derecho internacional. Funcionarios norteamericanos han reconocido tambi¨¦n que "la nueva regulaci¨®n provocar¨¢ la reacci¨®n negativa de algunos pa¨ªses" y que "presenta determinados puntos que no son compatibles con las normas b¨¢sicas del derecho internacional".
Esta nueva ordenaci¨®n, iniciada unilateralmente por el Departamento de Justicia norteamericano, significa un cambio radical en la pol¨ªtica policial y judicial de este pa¨ªs, en el que ya existen precedentes de actuaciones de los feds y los marshals (agentes federales) en el extranjero. En casi todos los casos existi¨® el consentimiento de los pa¨ªses donde se llevaron a cabo las detenciones.La noticia de que el Departamento de Justicia hab¨ªa autorizado al FBI a actuar libremente en el exterior "provocar¨¢ el enfado de algunos pa¨ªses", explic¨® ayer un funcionario de Justicia, que reconoci¨® que el nuevo reglamento podr¨ªa provocar, caso de ejecutarse en determinados pa¨ªses, "acciones legales contra Estados Unidos". As¨ª piensa John Lawrence Hargrove, un ejecutivo de la Sociedad Americana de Derecho Internacional, que opina que "esta normativa puede provocar una variada reacci¨®n legal a nivel internacional, caso de aplicarse".
La normativa ha sido elaborada por el fiscal general, Dick Thornburgh, y su equipo de asesores legales. El reglamento, que comenz¨® a estudiarse el pasado mes de junio, es un intento de agilizar el env¨ªo a EE UU de los jefes del narcotr¨¢fico internacional y de terroristas. A partir de ahora los agentes federales tienen la autorizaci¨®n legal de secuestrar a un fugitivo en el extranjero y regresar con ¨¦l a EE UU sin la autorizaci¨®n firmada del Gobierno donde se haya producido el arresto.
La nueva situaci¨®n invalida por completo la opini¨®n legal de la Administraci¨®n del ex presidente dem¨®crata Jimmy Carter, que en 1980 determin¨® que la condici¨®n b¨¢sica para este tipo de detenciones era el conocimiento y la conformidad de los pa¨ªses donde el FBI lleve a cabo una detenci¨®n.
Lo cierto es que la normativa firmada ahora por Thornburgh ha cogido por sorpresa no s¨®lo a los fugitivos y a los Gobiernos occidentales, sino tambi¨¦n al propio presidente, George Bush, y a su secretario de Estado, James Baker. Ambos desconoc¨ªan el pasado viernes, cuando se confirm¨® la noticia, el alcance de esta nueva normativa.
Posible detenci¨®n de Noriega
Bush, concretamente, no supo responder a los periodistas si el FBI podr¨ªa ir a Panam¨¢ y detener al general Manuel Antonio Noriega y extradirlo, sin m¨¢s, a EE UU. El dictador paname?o est¨¢ reclamado por un juzgado de Miami (Florida) y su nombre aparece en las listas de los m¨¢s buscados de EE UU.
Baker declar¨® el viernes que esta nueva pol¨ªtica "no se aplicar¨¢ sin tener en cuenta todas las consideraciones que pueda tener en pol¨ªtica exterior", y anunci¨® que que todas las agencias de informaci¨®n e investigaci¨®n de EE UU "ser¨¢n informadas y consultadas antes de llevar a cabo una detenci¨®n en el exterior". La Casa Blanca se expres¨® del mismo modo.
Tradicionalmente, EE UU ha trabajado conjuntamente con los Gobiernos extranjeros a la hora de llevar a cabo una detenci¨®n fuera de su territorio. El FB1 nunca ha actuado sin la luz verde de las polic¨ªas y los Gobiernos extranjeros, excepto en unos pocos casos.
En 1982, un antiguo agente de la Agencia Central de Inteligen cia (CIA), Edwin Wilson, acusa do de contrabando de municiones, fue detenido por los marshals en la Rep¨²blica Dominicana y conducido de nuevo a EE UU. En 1987, el terrorista liban¨¦s Fawaz Yunis fue detenido en el extranjero por el FBI, aunque los agentes que intervinieron se aseguraron de hacerlo en aguas internacionales, en el Mediterr¨¢neo. Yunis fue acusado y condenado posteriormente por un juez de Washington por el secuestro de un avi¨®n jordano.
El pasado a?o, los marshals detuvieron en Tegucigalpa, la capital de Honduras, a ur. sospechoso de tr¨¢fico de coca¨ªna, Juan Ram¨®n Matta, considerado como una de las piezas claves del narcotr¨¢fico internacional. En el caso de Matta y del agente de la CIA Wilson, los Gobiernos de la Rep¨²blica Dominicana y de Honduras fueron informados de las operaciones, a las que dieron su autorizaci¨®n,
En 1986, sin embargo, el Gobierno de M¨¦xico protest¨® por varias acciones de los feds y los marshals en su territorio. En una de ellas los agentes estadounidenses pagaron una determinada cantidad de dinero a varios colegas mexicanos para que entregaran a un traficante en el paso fronterizo de El Paso.
El Gobierno colombiano, por su parte, orden¨® ayer la extradici¨®n de tres nuevos colombianos a Estados Unidos, informa Pilar Lozano. Ana Elena Rodr¨ªguez, Bernardo Pel¨¢ez y Roberto V¨ªctor Carlini salieron ayer en un avi¨®n militar rumbo a EE UU.
La primera es acusada de ser enlace del c¨¢rtel de Medell¨ªn; Pel¨¢ez fue condenado en ausencia por tr¨¢fico de droga, por un tribunal norteamericano en 1984. Carlini es acusado del lavado de d¨®lares. Hasta el momento, seg¨²n datos del DAS, nueve extraditables han sido detenidos en los ¨²ltimos dos meses. Cuatro de ellos ya han sido entregados a EE UU.
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