La guitarra espa?ola y sus deudos
Fue, literalmente, una gozada este espect¨¢culo de la Sociedad Estatal V Centenario, dentro de su filosof¨ªa de propiciar encuentros entre las culturas de ambos lados del Atl¨¢ntico.La guitarra espa?ola estaba ya en Am¨¦rica 10 a?os despu¨¦s del descubrimiento, en 1502, concretamente en las costas paname?as y en manos de Diego de Nicuesa. La guitarra y sus descendientes quedan en todos los folclores de ra¨ªz iberoamericana; es decir, en todas las Am¨¦ricas. El cuatro de Venezuela y el charango boliviano, y por supuesto la guitarra brasilera o la flamenca, son hijos, sobrinos, deudos, en fin, de aquella guitarra de estirpe espa?ola.
El cuatro y el charango son instrumentos primarios, singularmente el primero. Tanto, que el ejecutante tiene que hacerlo todo en exclusiva, con el elemental rasgueo. Y asombran realmente las posibilidades expresivas que hombres como Torres o Gamboa son capaces de encontrar a cuatro o cinco cuerdas, enriqueciendo con su incre¨ªble virtuosismo instrumentos de una enorme simplicidad.
Maestros del charango, el cuatro y la guitarra
Jaime Torres (charango, Argentina), Hern¨¢n Gamboa (cuatro, Venezuela), Sebasti¨¢o Capajos (guitarra, Brasil), Gerardo N¨²?ez (guitarra flamenca, Espa?a), con Nemesio P. Carabajal y Diego M. Clemente en diversos instrumentos. Teatro Monumental. Madrid, 14 de octubre.
El encuentro al que hemos asistido en Madrid fue emocionante y bell¨ªsimo. Cuatro talentos de primera magnitud en sus respectivos instrumentos, cuatro seres tocados por el ala del genio, cuatro artistas excepcionales -algunos de los cuales no se conoc¨ªan hasta ahora-, se reunieron para brindarnos en un escenario, en solitario cada uno yjuntos en diversas combinaciones, lo mejor de su arte. Ellos se divirtieron, era evidente, como se divierten los artistas cuando pueden entregarse libremente a oficiar su arte, y transmitieron a la sala el fervor y la pasi¨®n de ese arte y de esa libertad. Lo dicho, una gozada.
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