La federaci¨®n chilena promete aclarar el 'caso Rojas'
La Federaci¨®n Chilena de F¨²tbol se comprometi¨® ayer a lograr "un total esclarecimiento" respecto a c¨®mo result¨® herido el capit¨¢n y portero de su selecci¨®n, Roberto Rojas, en el partido de la fase previa del Campeonato del Mundo de Italia 90 disputado el pasado 3 de septiembre frente a Brasil en R¨ªo de Janeiro. Tras la sanci¨®n internacional de por vida a Rojas -que confes¨® no haber sido alcanzado por bengala alguna- por parte de la FIFA, en la Prensa y en el ambiente deportivo chilenos se mezcla la conmiseraci¨®n por el futuro del jugador con la sospecha de que hubo un montaje para que Chile se retirase del campo ante Brasil.
La federaci¨®n sostuvo que se investigar¨¢ "todo el proceso de la selecci¨®n chilena, que culmin¨® con la aplicaci¨®n de sanciones". La FIFA prohibi¨® a Rojas disputar de por vida partidos internacionales y le suspendi¨® durante tres meses de cualquier competici¨®n porque no supo qu¨¦ ni qui¨¦n le hiri¨® en el estadio de Maracan¨¢. Adem¨¢s, aplic¨® una multa de 31.000 d¨®lares (m¨¢s de 3,5 millones de pesetas) al propio organismo futbol¨ªstico chileno por el hecho de que el equipo abandonase el rect¨¢ngulo de juego.El impacto del caso Rojas dej¨® en un segundo plano en la Prensa a la campa?a para las elecciones generales de diciembre. Los diarios se dividieron entre su simpat¨ªa por el portero y el malestar por el enga?o. "Condenado a cadena perpetua", titul¨® La ?poca, mientras El Fort¨ªn Mapocho encabez¨® su portada con una frase de Rojas: "La bengala no me hiri¨®"; en la tercera p¨¢gina mandaba otra suya: "Me han crucificado".
Las pruebas, concluyentes
Los dirigentes del f¨²tbol chileno responsabilizaron a la anterior directiva y a Rojas. Las pruebas, los v¨ªdeos y las fotos que mostr¨® la FIFA "no son coherentes con las versiones presentadas anteriormente por Rojas y la federaci¨®n", coment¨® V¨ªctor Molina, que asisti¨® a la audiencia en Z¨²rich. "Las pruebas son concluyentes", a?adi¨®; "la herida de Rojas es producto de una manipulaci¨®n externa".
El presidente de la federaci¨®n, Guillermo Weinstein, admiti¨® que "hay dudas, serias dudas, respecto a c¨®mo se produjo la herida". Seg¨²n ¨¦l, la ¨²nica forma como el f¨²tbol chileno puede recuperar su prestigio es que despu¨¦s de la investigaci¨®n que se realice no queden dudas". La federaci¨®n nombrar¨¢ una comisi¨®n de cinco miembros para determinar los hechos. La versi¨®n de Rojas es d¨¦bil. "Me acuerdo de muy poco. S¨®lo, de que algo me peg¨® en la cara y ca¨ª al suelo. Ah¨ª perd¨ª el conocimiento y despert¨¦ en los vestuarios", dijo tras el partido de Maracan¨¢.
Los seleccionados, que est¨¢n bajo sospecha, se solidarizaron en bloque con Rojas. "No entiendo, de veras, el porqu¨¦ de que, al final, terminemos siendo los culpables de algo de lo que fuimos las v¨ªctimas", dijo el centrocampista Jaime Pizarro. El defensa Fernando Actengo, el primero que se acerc¨® a Rojas tras la ca¨ªda de la bengala, asegur¨® que ¨¦ste sangraba cuando lleg¨® junto a ¨¦l.
El anterior presidente de la federaci¨®n, Sergio Stoppel, quien renunci¨® a su cargo despu¨¦s de los incidentes y, como m¨¦dico, certific¨® la herida, dijo estar sorprendido: "Pens¨¦ que era causada por la bengala". En una suerte de ver¨®nica taurina, Stoppel confes¨® haber cre¨ªdo que el equipo no pod¨ªa seguir jugando por su estado psicol¨®gico. "Realmente, nosotros fuimos los enga?ados", agreg¨®. Al d¨ªa siguiente del encuentro, sin embargo, Stoppel hab¨ªa asumido la responsabilidad de la retirada por la falta de seguridad "Yo tom¨¦ la decisi¨®n", afirm¨® entonces.
Los jugadores y el t¨¦cnico chilenos, Orlando Arabena, estaban de acuerdo en irse de la cancha si hab¨ªa alg¨²n incidente. Era m¨¢s que probable alg¨²n hecho anormal despu¨¦s de una guerrilla de declaraciones entre los entrenadores de Brasil y Chile. Cualquier anormalidad real habr¨ªa favorecido a la selecci¨®n chilena, que, para clasificarse para el Mundial, deb¨ªa lograr algo ins¨®lito: triunfar sobre Brasil en Maracan¨¢.
En el ¨²ltimo trimestre, Chile ha acumulado tres sanciones de la FIFA. Durante el partido con Brasil en Santiago, los espectadores arrojaron naranjas y piedras. El castigo fue dr¨¢stico. Chile no pudo jugar contra Venezuela -el tercer equipo en el grupo eliminatorio- en la capital, la federaci¨®n fue multada y el estadio Nacional se encuentra a¨²n suspendido de encuentros internacionales.
La retirada de Chile en R¨ªo de Janeiro determin¨® a la FIFA dar el triunfo a Brasil, que ganaba por 1-0 y se clasific¨®, pues, para la fase final de Italia 90.
La ca¨ªda del C¨®ndor
El castigo que la FIFA aplic¨® a Roberto Rojas, portero y capit¨¢n de la selecci¨®n chilena, "cort¨® las alas al C¨®ndor", dijo ayer un comentarista deportivo. El jugador, apodado C¨®ndor por su agilidad para volar hasta los rincones m¨¢s inaccesibles de la porter¨ªa, no podr¨¢ volver a disputar partidos internacionales, a nivel de clubes o selecci¨®n, y durante tres meses tampoco estar en partidos locales.Hasta antes del partido con Brasil en Maracan¨¢, C¨®ndor ten¨ªa la perspectiva de culminar en Europa una carrera brillante y era incondicionalmente admirado por la hinchada y prensa chilenas.
Despu¨¦s de ser considerado el mejor guardameta suramericano en la Copa Am¨¦rica de 1988, fue traspasado al S¨¢o Paulo, uno de los clubes m¨¢s poderosos de Brasil.
Pero ahora, a los 31 a?os, un gran signo de interrogaci¨®n pende sobre su carrera. Ni la federaci¨®n chilena ni el S¨¢o Paulo le han pagado su sueldo desde el t¨¦rmino de la eliminatoria. Rojas contrat¨® a un abogado y amenaz¨® con demandar a los dirigentes chilenos por incumplimiento de las leyes laborales.
"Mi caso es parecido al de Jesucristo. Aqu¨ª el castigado resulta que es la v¨ªctima, la persona que result¨® herida", afirm¨® Rojas. Su esposa, Mar¨ªa de los ?ngeles, dijo que "lo han condenado a la cesant¨ªa (paro)". Un comentarista de radio sostuvo ayer que el caso Rojas es una violaci¨®n a los derechos humanos.
Espigado, de 1,80 metros, Rojas ha sido m¨¢s que capit¨¢n l¨ªder de sus compa?eros en la selecci¨®n. Durante la eliminatoria para el Mundial encabez¨® las negociaciones de sueldos y premios para los jugadores, critic¨® las t¨¢cticas ultraconservadores del entrenador Orlando Arabena y polemiz¨® con los dirigentes. Hace tres a?os, fue objeto de una controversia cuando visit¨® a l¨ªderes sindicales de la oposici¨®n al r¨¦gimen del general Augusto Pinochet.
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