La noche del Palace
En el hotel Palace, anoche, no hab¨ªa boda, ni bautizo, no cosa de jolgorio pr¨ºt-¨¤-porter. Pero tampoco era el diluvio.En la rotonda y salones aleda?os, bajo la c¨²pula maravillosa modernista, el gent¨ªo bien del PSOE "no est¨¢ viviendo esta noche como en 1982; aquello s¨ª fue una fiesta", rememora un camarero que esta noche no da abasto a servir tanto, tan cuidado y tan fino a pesar de las tendencias "pu?eteras de los sondeos": jugos, cava, vinos, licores...
"Pero lo llevaremos bien", hablaba sin m¨¢s, campechano, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, el ministro de Sanidad, solapado con clavel rojo. Clavel en mano era se?a de identidad del mujer¨ªo bienoliente y tal. Nadie tr¨¢gico, nadie enloquecido de alegr¨ªa. Jos¨¦ de Vilallonga, su fant¨¢stica esposa, y el embajador franc¨¦s formaban un tr¨ªo: el de la sabidur¨ªa a distancia; "bueno, Rocard gobierna con minor¨ªa".
Adolfo Marsillach se mov¨ªa a gusto. Cuando Guerra coment¨®, poco antes de la medianoche, los posibles resultados, el silencio de la soir¨¦e se hizo sagrado.
La bebida eran r¨ªos, pero "?por qu¨¦ no nos dan de pinchar?". Todo llegar¨ªa. Miguel Dur¨¢n, el ciego del siglo y de la ONCE: "A ver como han trabajado estos del PSOE". La llegada de Felipe: "Una locura a lo Julio Iglesias en la Maestranza de Sevilla'. "?Qu¨¦ t¨ªo, como torea!", dec¨ªa una ni?a como para perderse por ella, e incluso por su madre.
Jorge Sempr¨²n: "La noticia de verdad es el mantenimiento del PP". A Alfredo Conde, conselleiro cultural de la Xurita, lo que le interesaba era su pr¨®xima novela, M¨²sica sacra. Un camarero con bandeja a tutipl¨¦: "Mire, lo absurdo es querer una mayor¨ªa despu¨¦s de una huelga general". La gente bebe, habla, dialoga, luce. Y m¨¢s cara bonita, y traje de noche, y frases. "Bueno qu¨¦ m¨¢s da. Seguiremos a caballo de la verdad". ?Quien ser¨ªa la se?orona inabordable a quien le robamos la perla? Es la una de la madrugada sigue y el PSOE no se palpa la ropa.
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