No dejes que una buena cronica te estropee la realidad
Los responsables de los diversos institutos de investigaci¨®n de opini¨®n que realiz¨¢bamos sondeos en las elecciones de anteayer hemos vivido muy de primera mano una situaci¨®n que estoy seguro que los cardi¨®logos desaconsejan para prevenir el infarto. En efecto, despu¨¦s de que a las ocho de la noche, sin excepci¨®n, todos vaticin¨¢ramos la mayor¨ªa absoluta del PSOE, con base en nuestros respectivos exit-polls (sondeos a la salida de colegios), los datos que, igualmente sin excepci¨®n, fueron arrojando a partir de las nueve los sondeos de recuento pusieron en duda esa mayor¨ªa y, en muchos casos, llevaron a algunos a descartar rotundamente tal su posibilidad. Como resultante neta de una noche de predicciones embarulladas, mucho me temo que haya podido quedar en la opini¨®n una sensaci¨®n negativa acerca de la exactitud y fiabilidad de estos sondeos.Voy a explicar, con datos, c¨®mo tras ese aparente barullo hay una buena predicci¨®n. Hablar¨¦ de los datos que conozco mejor, pero el argumento vale para la mayor¨ªa de los colegas.
Nuestro sondeo de salida de colegio con 91.451 entrevistas, nos permiti¨® a las ocho facilitar una predicci¨®n de voto del 40,12% para el PSOE y de 176 a 182 esca?os. A las 21.30, nuestro recuento sobre 180.973 papeletas otorgaba al PSOE un 39,53% de los votos y 172 esca?os. El recuento de Interior da al PSOE el 39,59% de los votos y 176 esca?os.
El ajuste de la estimaci¨®n, tanto en el exit-poll (donde la diferencia entre la previsi¨®n y la realidad es de 0,53 puntos) como en el sondeo de recuento (donde esa diferencia es de seis cent¨¦simas), es casi ¨®ptimo. Sin embargo, lo que los sondeos no consiguen es aquello a lo que por definici¨®n no pueden aspirar, es decir, ajustar el reparto de 350 esca?os de los que no menos de 30 se deciden por menos de 5.000 votos. Lo que Richard Rose llama la psefolog¨ªa, es decir, la ciencia que traslada votos a esca?os, tiene limitaciones para las encuestas. Pero ello no debe oscurecer el hecho de que los sondeos a la salida de colegio y de recuento se aproximan con gran exactitud a los resultados reales. La suma de diferencias absolutas de porcentajes de todos los partidos que han obtenido esca?os entre el recuento de Demoscopia (400 mesas en toda Espa?a) y el escrutinio real (44.000 mesas) no llega a dos puntos porcentuales, lo que da cabal idea de c¨®mo este m¨¦todo est¨¢ llegando casi a la exactitud.
La desgracia ha sido que el titular estaba donde las encuestas no pod¨ªan llegar: la apuesta por la mayor¨ªa absoluta o su p¨¦rdida. Pero tal hecho, puesto en su sitio, no puede redundar en descr¨¦dito de las encuestas, sino en mayor atenci¨®n a sus l¨ªmites. Debemos aprender a renunciar a cualquier rotundidad que -aunque haga una buena cr¨®nica- no est¨¦ soportada al 100% por los datos. El axioma period¨ªstico: "No dejes que la realidad te estropee una buena cr¨®nica", debemos transformarlo en "No dejes que una buena cr¨®nica te estropee la realidad".
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