Piedra de Roseta

En el peri¨®dico del 18 de octubre, leo que una corresponsal en Alicante nos hace saber que un em¨¦rito fil¨®logo ha conseguido descifrar por vez primera un texto ib¨¦rico. Me parece muy estimable, no s¨®lo el hecho, sino el que los corresponsales nos den noticias de ese tipo, alivi¨¢ndonos de los esc¨¢ndalos municipales o los incidentes de esta campa?a electoral sin relieve. Pero lo que no me ha gustado es que la citada corresponsal nos diga que "jam¨¢s hab¨ªa aparecido una piedra roseta o texto biling¨¹e que ayudara a su traducci¨®n".Creo que se refiere al problema que existi¨® de c¨®mo descifrar la escritura jerogl¨ªfica egipcia, pero la clave para ello no fue una piedra roseta (que en castellano querr¨ªa decir rojiza), sino una estela de basalto negro que apareci¨® (incompleta) en 1799 en las cercan¨ªas del puerto de Roseta (en ¨¢rabe, Rachid), en el delta del Nilo, cuando la ocupaci¨®n napole¨®nica de aquellas tierras, y que luego recibi¨® el nombre de piedra de Roseta.

Era biling¨¹e, si bien conten¨ªa el texto de un decreto de Tolomeo V en tres graf¨ªas: en jerogl¨ªficos, en escritura dem¨®tica egipcia y en griego; con lo cual ya le fue menos dificil a Jean-Fran?ois Champollion, egipt¨®logo y orientalista franc¨¦s (1799-1832), desentra?ar los hieroglifos, cosa que consigui¨® en 1822. Como es sabido, la piedra se conserva hoy en el Museo Brit¨¢nico; hay copias o vaciados en escayola ennegrecida en otros varios.-