300 kilos de marfil han sido interceptados en Barajas desde el pasado mes de junio
Alrededor de 300 kilos de marfil han sido retenidos e incautados en el aeropuerto de Barajas (Madrid) desde que el pasado 23 de junio la Comunidad Europea acord¨® prohibir las importaciones de marfil, siguiendo los pasos de Estados Unidos. La mayor parte de las mercanc¨ªas fueron aprehendidas en el servicio de viajeros que no declaraban nada al entrar en nuestro pa¨ªs. Escondidas en maletas que aparentemente s¨®lo conten¨ªan objetos de uso personal viajaban figuras talladas y trozos de colmillos. La mayor parte de los detenidos son de raza blanca procedentes del ¨¢rea centroafricana.
Jes¨²s Lauzurica, administrador de la Aduana de Barajas, destaca que la labor de controles dificultosa entre los 13 millones de viajeros que registra cada a?o el aeropuerto madrile?o. "No s¨®lo se trata de supervisar los vuelos procedentes de pa¨ªses productores de marfil, sino que muchas mercanc¨ªas llegan a trav¨¦s de pa¨ªses intermediarios". Explica que Espa?a, por su situaci¨®n geogr¨¢fica, sirve como paso para el tr¨¢fico de marfil y otros productos derivados de animales protegidos hacia el resto de Europa.Ezequiel Nav¨ªo, investigador privado de la Convenci¨®n del Comercio de Especies Salvajes (Cites) en Espa?a, se?ala que Barajas ha sido el aeropuerto de la Comunidad Europea donde m¨¢s marfil se ha incautado en los ¨²ltimos cuatro meses. "De ello podemos deducir tanto una buena actuacion del control de aduanas, superior a la media espa?ola, como un intenso mercado negro".
Diversas organizaciones ecologistas hab¨ªan advertido que la prohibici¨®n de comercializar el marfil en todo el mundo, aunque necesaria, provocar¨ªa la multiplicaci¨®n de precios y tr¨¢fico ?legal. Para evitarlo, incluso la Direcci¨®n General de Control, Inspecci¨®n y Normalizaci¨®n de Comercio Exterior en Espa?a (Soivre) se hab¨ªa mostrado partidaria de un per¨ªodo de transici¨®n y no un corte tajante del comercio.
La prohibici¨®n lleg¨® el pasado 17 de octubre, cuando los 103 pa¨ªses del Cites se reunieron en Lausana (Suiza) para impedir que el elefante africano desaparezca ante el vertiginoso ritmo de matanzas.
La peque?a colectividad de artesanos y comerciantes centrados exclusivamente en la talla y venta de marfil en Espa?a vive todav¨ªa de sus reservas. Jos¨¦ Luis Gumiel, uno de los 10 artesanos del taller Gumiel, un cl¨¢sico en la talla de im¨¢genes cristianas, se defiende acusando a pa¨ªses de la Comunidad Europea que han contado con colonias en ?frica.
"Ellos", cuenta, "disponen de grandes reservas de colmillos, y ahora nos veremos obligados a importar marfil desde B¨¦lgica, Holanda y Portugal. Impondr¨¢n los precios que m¨¢s les convengan. ?Qui¨¦nes son ellos para acabar con un arte, el eborario, t¨ªpico de Espa?a e Itali¨¢? Oiga, que los elefantes tambi¨¦n se mueren".
El taller Gumiel importaba marfil de los pa¨ªses centroafricanos a trav¨¦s de Costa de Marfil. Ahora cuenta con un par de toneladas de recortes en sus almacenes.
Intercambios europeosSeg¨²n los ¨²nicos datos con que cuenta el Soivre, en 1987 nuestro pa¨ªs import¨® 2.000 kilos de marfil trabajado y 1.000 m¨¢s de marfil en bruto, a trav¨¦s de una docena de agentes; algunos, grandes almacenes, como El Corte Ingl¨¦s. Francisco Meli¨¢, subdirector general de Comercio Exterior, explica que se ha prohibido el comercio internacional de marfil, pero no los intercambios que se desarrollen dentro de la CE, considerados como mercado interior. Admite que Portugal, por ejemplo, puede tener mucho material almacenado al que quiera dar salida.
Es justo en este extremo donde Ezequiel Nav¨ªo ve el mayor coladero: "Ocultar mercanc¨ªas ?legales como reservas anteriores a la prohibici¨®n de Lausana". Puntos como Oporto, Elvas y Lisboa han registrado este verano importantes incautaciones de colmillos.
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