El Gobierno nicarag¨¹ense endurece su campa?a contra la popular Chamorro
Una intensa campa?a de propaganda que vincula a la contra con la Uni¨®n Nacional de Oposici¨®n (UNO) y acusa a ¨¦sta de ser el brazo pol¨ªtico de los rebeldes ha sido puesta en marcha por el Gobierno nicarag¨¹ense a partir de la reciente suspensi¨®n de la tregua de 19 meses. El tono de la campa?a electoral se ha endurecido considerablemente, y la presi¨®n gubernamental se centra ya exclusivamente sobre la candidatura encabezada por Violeta Chamorro, a la que las encuestas reconocen un crecimiento constante.
ENVIADO ESPECIAL,Qued¨® atr¨¢s el per¨ªodo rosa en el que los sandinistas pintaban t¨ªmidamente en las paredes: "Con ,Daniel y Sergio [Daniel Ortega y Sergio Ram¨ªrez, los candidatos del Frente Sandinista], todo ser¨¢ mejor". Quedaron atr¨¢s los discursos en los que el partido del Gobierno trataba de presentarse como una fuerza moderada, centrista, frente a las otras opciones pol¨ªticas de derecha y extrema izquierda.Con el levantamiento del alto el fuego y la reanudaci¨®n de la guerra, los sandinistas no s¨®lo recuperaron la iniciativa en el terreno militar, sino tambi¨¦n en el pol¨ªtico, Se ataron el pa?uelo rojinegro al cuello y se lanzaron a recorrer ciudades y pueblos nicarag¨¹enses para recordar a la poblaci¨®n que los candidatos de la UNO son los mismos que atacaron y mataron en las ¨²ltimas semanas en distintos puntos del pa¨ªs.
La televisi¨®n sandinista se ha llenado de insultos y alusiones negativas a la UNO. Las im¨¢genes de Violeta Chamorro son manipuladas para hacerla aparecer como una anciana cansada y enferma. Se insiste en las diferencias internas de la coalici¨®n opositora y se impide el acceso de sus, portavoces a los informativos. Los peri¨®dicos del Gobierno se refieren continuamente a la UNO como contra-1 o GN-1 (Guardia Nacional Somocista 1).
Testigos de amenazas
El Ministerio de Defensa present¨® el lunes pasado a un grupo de combatientes contras que se declararon testigos de c¨®mo los rebeldes antisandinistas ocuparon en semanas pasadas algunas poblaciones con el fin de pedir el voto piara la UNO y amenazar a los que votasen por otros partidos.Seg¨²n el Gobierno, los contra que participaron en los ¨²ltimos ataques en el sur del pa¨ªs lo hicieron al grito de "?Viva la UNO". Periodistas extranjeros han recogido testimonios contradictorios sobre este aspecto; mientras que algunos conversaron con personas a las que combatientes con tras les pidieron votar a la UNO otros citan a individuos que se dicen presionados por los militares sandinistas.
Portavoces de la UNO aseguran que "es rid¨ªculo" pensar que los contra matan en nombre de la candidatura opositora, pero se niegan a hacer una declaraci¨®n expl¨ªcitamente en contra de la actividades de la Resistencia Nicarag¨¹ense (RN). "No tenemos por qu¨¦ estar todo el d¨ªa desmintiendo esto o diciendo que estamos en contra de aquello. El Gobierno quiere ponernos a la defensiva, cuando en realidad la UNO est¨¢ a la ofensiva", dijo un dirigente de la coalici¨®n.
Distintos observadores opinan que el clima surgido a ra¨ªz de la reanudaci¨®n de la guerra es s¨®lo el principio de un endurecimiento que ser¨¢ m¨¢s apreciable a medida que se aproxima la fecha de los comicios, el 25 de febrero de 1990. El Gobierno parece insatisfecho con los resultados de la campa?a electoral hasta ahora y pretende un giro hacia el radicalismo.
Independientemente de la solvencia o la credibilidad de las encuestas realizadas hasta ahora, todas coinciden en un progresivo ascenso de la UNO. "Una victoria de la oposici¨®n no es hoy vista como una locura imposible", asegura un diplom¨¢tico europeo.
El Frente Sandinista, que no s¨®lo no contempla la posibilidad de una derrota, sino que busca una, victoria superior al 60%, se siente, obviamente, preocupado por esta situaci¨®n. "No es que tengamos miedo de perder, que no lo tenemos, sino que tenemos que demostrar que seguimos siendo la fuerza hegem¨®nica en Nicaragua", manifiesta un portavoz, sandinista.
Para ello, el Gobierno no parece haber encontrado mejor instrumento que el de demostrar su autoridad; desplegar su Ej¨¦rcito, combatir a los contra, elevar el tono de su discurso y dejar claro qui¨¦n manda en este pa¨ªs y qui¨¦n va a seguir mandando.
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