El muro
El muro de Berl¨ªn no ser¨¢ derribado. Grandes lienzos de ese hormig¨®n circular quedar¨¢n en pie atravesando todav¨ªa la ciudad s¨®lo para sustentar las nuevas vallas publicitarias, y ¨¦stas formar¨¢n un alto parapeto mucho m¨¢s dif¨ªcil de saltar o de eludir. Del lado occidental, el pared¨®n estaba lleno de inscripciones, jerogl¨ªficos, s¨ªmbolos o deseos pintados con alquitr¨¢n, y a la sombra de ellos, algunas familias de inmigrantes turcos los domingos devoraban salchichas con tomate. Del lado oriental, la tapia era un subyugante mazacote gris que se perd¨ªa por tierra de nadie hasta llegar al centro de cada cerebro. Al quedarse sin mensaje aquellos garabatos de alquitr¨¢n ya se han convertido en obras de arte informa?, a modo de expresionismo abstracto; y en la parte limpia del muro que mira hacia Mosc¨² comenzar¨¢n a florecer anuncios de Martini, de Cannon, de Sony, de Long John y de Cimarr¨®n, los cuales ser¨¢n elevados por encima de la multitud como las pancartas de los h¨¦roes, y no sin raz¨®n, puesto que ellos son los generales que han ganado la guerra fr¨ªa. Muy pronto contra el muro de Berl¨ªn romper¨¢ una playa con cocoteros y desde la arena una mulata de carne mojada ofrecer¨¢ a los biznietos de Lenin toda clase de objetos cuyo dise?o muchos podr¨¢n confundir con la libertad, y por el horizonte de la valla el peat¨®n tambi¨¦n divisar¨¢ un velero de dos palos con todos los placeres a bordo alej¨¢ndose siempre. ?Qui¨¦n lograr¨¢ saltar hacia el otro lado de esa belleza? Los berlineses ten¨ªan una pared muy gorda interiorizada como una forma de conciencia, y a partir de este momento, un nuevo basti¨®n de im¨¢genes bell¨ªsimas e inalcanzables ' la ha suplantado. Bienvenidos sean a este fascinante basurero nuestros hermanos separados del consumo. Pero antes de que comiencen a devorar mercanc¨ªas como las cabras habr¨ªa que advertirles algo: en esta feria de Occidente uno debe hacer esfuerzos sobrehumanos cada d¨ªa para parecerse a cualquier anuncio, uno tiene que estar dispuesto a matar para ser tan guapo como una sopa de esp¨¢rragos.
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