Justicia rodea de la m¨¢xima discreci¨®n beneficios concedidos a algunos presos de ETA

El Ministerio de Justicia est¨¢ desarrollando con el mayor sigilo la nueva pol¨ªtica penitenciaria frente a presos de la organizaci¨®n terrorista ETA, que ha permitido ya la salida en libertad condicional de tres reclusos y de un cuarto cuya sentencia est¨¢ recurrida. Se trata de una consecuencia obligada de la reclasificaci¨®n de estos presos, iniciada en los primeros meses del a?o. Los abogados defensores denuncian arbitrariedad en la aplicaci¨®n de los beneficios.

Salvo excepciones por razones concretas, como enfermedades terminales, los reclusos de ETA hab¨ªan sido clasificados siempre en primer grado, el de los presos m¨¢s peligrosos, en raz¨®n de su pertenencia a una organizaci¨®n terrorista. La dispersi¨®n por la mayor¨ªa de las prisiones espa?olas realizada en los ¨²ltimos meses ha ido acompa?ada de la reclasificaci¨®n de algunos internos en segundo y tercer grados, m¨¢s favorables para el interesado.Ni la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio de Justicia ni las gestoras pro amnist¨ªa ni los abogados defensores facilitan el n¨²mero de presos que disfrutan del segundo o el tercer grado, aunque puede alcanzar ya varias decenas.

Las gestoras alegan que est¨¢n completando un recuento, cuyo resultado podr¨¢ conocerse la semana pr¨®xima. En el tercer grado de la clasificaci¨®n penitenciaria, los internos pueden disfrutar permisos y abandonar la prisi¨®n en libertad condicional una vez cumplidas las tres cuartas partes de la pena m¨¢xima aplicable.

Esta pena m¨¢xima es el triple de la condena mayor que haya sufrido el preso, seg¨²n el art¨ªculo 70 del C¨®digo Penal. En aplicaci¨®n de este principio, el 25 de octubre sali¨® de la c¨¢rcel de Nanclares de Oca (?lava) Adiri¨¢n Olaciregui, condenado a seis a?os.

El 1 de noviembre qued¨® en libertad condicional Ignacio Albistur, condenado en total a 20 a?os. Albistur se ha beneficiado de la redenci¨®n de condena por el trabajo. Hab¨ªa sido detenido en 1979 y condenado por un asesinato que no pudo perpetrar al no encontrar a la v¨ªctima. Tambi¨¦n fue declarado culpable de dep¨®sito de armas de guerra, robo de un coche, tareas de vigilancia para ETA y preparaci¨®n de la voladura de un tren de mercanc¨ªas.

El tercer preso beneficiado por la libertad condicional es Jos¨¦ Agust¨ªn Landa, detenido en Urretxu (Guip¨²zcoa) despu¨¦s de estallarle un artefacto que estaba manipulando y que le amput¨® una pierna. Pablo Vivanco ha quedado en libertad condicional al haber cumplido la mitad de la condena y estar la sentencia recurrida.

Reivindicaci¨®n antigua

La aplicaci¨®n a los presos de ETA de los beneficios legales comunes para los dem¨¢s reclusos ha sido reclamada en varias ocasiones por sus abogados defensores. En diciembre de 1982, una comisi¨®n de letrados mantuvo una reuni¨®n con Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez Zato, reci¨¦n nombrado director general de Instituciones Penitenciarias en el primer Gobierno del PSOE. Le pidieron que no se discriminara a los reclusos de organizaciones terroristas en la reducci¨®n de penas.

La ¨²ltima ocasi¨®n p¨²blica fue el 4 de febrero de 1988. El eurodiputado Txema Montero solicit¨® al Gobierno la concesi¨®n de la libertad provisional a medio centenar de presos que legalmente pod¨ªan disfrutarla. Ser¨ªa, dijo el abogado de Herri Batasuna, "un gesto de buena voluntad hacia la oferta de tregua reci¨¦n hecha por ETA. El secretario de organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas, calific¨® al d¨ªa siguiente la petici¨®n de "broma".

La aplicaci¨®n de aquella demanda no est¨¢ siendo considerada ahora en la pr¨¢ctica una victoria. Los presos no abandonan la c¨¢rcel rodeados de flashes, y los homenajes que reciben de las gestoras en sus pueblos respectivos son discretos.

Los abogados y las propias gestoras denuncian la nueva pol¨ªtica. "Se trata de una aplicaci¨®n discriminatoria y arbitraria de la ley", afirma el abogado Alvaro Reizabal. "No se aplican con objetividad unas normas en funci¨®n de la opini¨®n de la junta de cada centro penitenciario, como indica la ley", a?ade. "A unos se les conceden y a otros no, sin que se sepa por qu¨¦. Las ¨®rdenes llegan desde el Ministerio de Justicia por fax". Esta actuaci¨®n est¨¢ guiada por motivos pol¨ªticos m¨¢s que penitenciarios, dice Reizabal. El Gobierno quiere sembrar la divisi¨®n en el hasta ahora f¨¦rreo colectivo penitenciario de ETA, seg¨²n el abogado, y est¨¢ provocando situaciones equ¨ªvocas.

Alg¨²n preso ha pasado del primer grado al tercero de un d¨ªa para otro y sin estar nunca en el intermedio. Otros han sido forzados contra su voluntad a trasladarse de galer¨ªa al cambiar del primer grado al segundo. Alegaban que ellos no hab¨ªan pedido ser reclasificados. Reizabal tiene un cliente en Zaragoza "al que tratan de obligarle a coger permisos de fin de semana, aunque ¨¦l no quiera". No es que el interno, Marcos Oyarbide, no desee abandonar la c¨¢rcel, explica su abogado. "Es que quiere salir para no volver nunca m¨¢s".

Desde el Ministerio de Justicia y la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias se afirma que estas reacciones son consecuencia del miedo. Los presos quieren combatir la apariencia de que los beneficios recibidos se deben a una actitud colaboracionista o, en la terminolog¨ªa de Justicia, "proclive a la reinserci¨®n".