Los trabajadores se oponen al cierre de una f¨¢brica acusada de eliminar dioxina
Los trabajadores de una f¨¢brica en Acna -propiedad de Enimont, del grupo Montedison, el gigante privado de la qu¨ªmica italiana- acusada de producir dioxina, en Cengio (Mil¨¢n) realizaron ayer una marcha sobre Mil¨¢n, como hab¨ªan hecho d¨ªas atr¨¢s sobre Roma, donde se manifestaron para protestar por el posible cierre de la factor¨ªa.
El caso de Acna se?ala el conflicto que empieza a crearse entre los grupos ecologistas, que propugnan el cierre de las f¨¢bricas con riesgo grave de contaminaci¨®n,y los trabajadores de las mismas, que defienden contra viento y marea su puesto de trabajo.Seg¨²n los ecologistas, los productos qu¨ªmicos empleados en Acna para la creaci¨®n de colores no s¨®lo han producido numerosos casos de c¨¢ncer entre sus trabajadores, sino que han desparramado dioxina a trav¨¦s de sus vertidos, que han acabado en los r¨ªos, contaminando el terreno de la zona.
El problema viene de lejos, y ya en mayo pasado hab¨ªan intervenido los ministerios del Medio Ambiente y de Sanidad y se hab¨ªa firmado un acuerdo de reestructuraci¨®n de la empresa que deb¨ªa convertirla en un centro piloto en Europa.
D¨ªas atr¨¢s, los ministerios del Medio Ambiente y de Sanidad desmintieron que la f¨¢brica produjera dioxina, frente a las tesis de los ecologistas, que presentaron otros an¨¢lisis por cuenta propia.
Mientras tanto, Lorenzo Necci, presidente de Enimont, la empresa a la que pertenece la f¨¢brica, ha amenazado con abandonar las instalaciones, acusando al Gobierno de no haber respetado los pactos ya firmados para la reestructuraci¨®n de la misma.
Chantaje
Seg¨²n el ministro del Medio Ambiente, el socialista de izquierdas Giorgio Ruffolo, una de las personalidades de mayor calidad humana e intelectual del mundo pol¨ªtico italiano, la amenaza de Enimont de abandonar la f¨¢brica de Acna es s¨®lo un chantaje.El ministro ha recordado que no se puede olvidar que durante a?os dicha empresa se ha hecho de oro al no haber establecido controles para reducir sus emisiones contaminantes. Ahora lo que tiene que hacer es aceptar la reestructuraci¨®n que le impone el Gobierno para poder seguir dando trabajo a sus miles de obreros.
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