Espa?a jugo el mejor partido de la 'era Su¨¢rez'
Espa?a ech¨® el tel¨®n de la fase previa del Mundial 90 con una c¨®moda victoria ante Hungr¨ªa y con uno de los encuentros m¨¢s brillantes disputados en la etapa de su seleccionador, Luis Su¨¢rez. El partido, pese a su car¨¢cter oficial, fue un entrenamiento un experimento para el equipo espa?ol de cara al campeonato del mundo, aunque los rivales que se encontrar¨¢ en tierras italianas no ser¨¢n tan ingenuos y pasivos como los h¨²ngaros, que hicieron lo posible por desacreditar el prestigioso f¨²tbol magiar.
La falta de trascendencia de los puntos en juego, al estar Espa?a ya clasificada para el campeonato, permiti¨® al equipo espa?ol jugar relajado y controlar totalmente el encuentro. Hungr¨ªa result¨® un rival entre grado desde el primer minuto. Nunca defendi¨® ni busc¨® sus escasas posibilidades de ganar se su presencia en Italia 90. La abulia del equipo h¨²ngaro abri¨® tods las posibilidades ofensivas a los jugadores de Luis Su¨¢rez que nunca se han encontrado un rival tan condescendiente en la cancha.
El gol temprano de Espa?a ayudo a serenar y tranquilizar a los jugadores que debutaron en la seecci¨®n: Milla, Fernando y Juanito. El tanto de Manolo resumi¨® perfectamente las caracter¨ªsticas del partido. Por un lado, la confianza de un jugador bien dotado t¨¦cnicamente, capaz escapar en un contragolpe, librar al portero y resolver con un tiro elevado, con la izquierda, desde el rinc¨®n del ¨¢rea. La excelente ejecuci¨®n de la jugada estuvo alentada, sin embargo, por la falta de rigor de la defensa hungara y la mediocridad de su portero.
Ante la falta de la presi¨®n de los puntos y la responsabilidad de un resultado, la movilidad del juego espa?ol fue clave para que ya en el primer tiempo alcanzara la rotunda ventaja de 3-0, que pudo verse incrementada si Butrague?o no llega a fallar un pase medido que le proporcion¨® Manolo al minuto de conseguir ¨¦ste el primer tanto. El encuentro, ante la marcha del marcador, fue un paseo militar para los espa?oles, que vieron favorecido su juego por la condescendencia de Hungria, siempre atenta a facilitar el trabajo a los locales.
El horario malt¨¦s del encuentro, que oblig¨® a que ¨¦ste se iniciase a las tres de la tarde, ayud¨® a convertir el campo sevillista en una romer¨ªa escolar. La marcha del resultado propici¨®, sobre todo en el segundo tiempo, que el encuentro acabase en una fiesta, con un p¨²blico dispuesto a divertirse en las horas m¨¢s insospechadas.
El partido, al margen del resultado, permiti¨® descubrir en el conjunto espa?ol a un cerebro como el barcelonista Milla, que orden¨® el juego del equipo con la veteran¨ªa de un experimentado. Su actuaci¨®n habr¨¢ abierto m¨¢s de una duda en el seleccionador. Su capacidad para encontrar la soluci¨®n m¨¢s correcta en cada jugada y su colocaci¨®n en el campo desocup¨® de mayores responsabilidades a Michel. Sin funciones que le dispersaran en la cancha, el interior madridista conquist¨® con autoridad la banda derecha.
Otro debutante, el valencianista Fernando, un todoterreno que alimenta su juego con un excelente manejo de las dos piernas, rubric¨® su estreno internacional con el tanto que cerr¨® la cuenta goleadora de Espa?a. El zaragocista Juanito tambi¨¦n marc¨®. Lo hizo como acostumbra, con un tiro seco y duro al saque de una falta. El lance dio la imagen de un jugador de car¨¢cter, dispuesto a tomar responsabilidades en una jugada que generalmente es patrimonio de los jugadores m¨¢s veteranos. "?sta es m¨ªa", dijo Juanito, y as¨ª se lo hizo saber a sus compa?eros y al despistado Disztl.
El partido ante Hungr¨ªa resume una primera y brillante etapa de Luis Su¨¢rez al frente del equipo nacional. Pocas veces el equipo espa?ol se clasific¨® para una fase final de un campeonato del mundo con la brillantez que lo ha hecho en esta oportunidad. Por una vez ha logrado acceder a la mejor competici¨®n futbolistica del mundo en un buen momento, lejos de las situaciones angustiosas que han caracterizado la historia de la escuadra nacional en las fases de clasificaci¨®n. El acceso se ha conseguido con un juego enfrentado con los vieja valores raciales de nuestra f¨²tbol, un estilo, que en su interpretaci¨®n m¨¢s profunda s¨®lo es una falta de estilo, que ha hecho m¨¢s da?o que favores a la ¨²nica gran potencia del balompi¨¦ que no ha conquistado un Mundial. La buena nota de este examen necesita la rev¨¢lida del Mundial, la gran asignatura pendiente del f¨²tbol espa?ol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.