Un programa diverso e insuficiente

El X Festival de Jazz de Madrid ha llegado a su fin con un saldo positivo en la afluencia de p¨²blico y la aclamaci¨®n por parte de ¨¦ste de los m¨¢s diversos estilos musicales. Hubo jazz y otras m¨²sicas. Todos los conciertos llenaron y todos los m¨²sicos fueron aplaudidos exocepcionalmente. Pat Metheny, que aventaj¨® a Miles Davis en capacidad de convocatoria, puede resumir en su nivel m¨¢s alto el ¨¦xito de este festival.

En su segundo a?o, y con organizaci¨®n privada, el Festival de Jazz de Madrid se ha desarrollado sobre dos bloques distintos de -programaci¨®n. Colectivo Promoci¨®n Jazz fue la entidad organizadora del festival, y Julio Mart¨ª, su director, mientras los conciertos celebrados en el San Juan Evangelista se deben a su club de m¨²sica y a su programador, Alejandro Reyes.Ha sido all¨ª, en el San Juan, y como de costumbre, donde m¨¢s espacio hubo para la novedad y para lo que todos entendernos por jazz: nuevos rumbos en Cassandra Wilson, el acierto en la opci¨®n de europeos deslumbrantes, Michel Petrucciani y Jan Gaxbarek, la buena oportunidad de escuchar a la big band de Toshiko Akiyoshi, y tambi¨¦n dos conciertos de fusi¨®n, de la lamentable Koinonia al buen trabajo de Elements.

,El resto de la programaci¨®n se ha desarrollado en tres locales distintos (Auditorio Nacional, Palacio de Deportes y sala J¨¢cara), con el denominador com¨²n del importante tir¨®n de cartel y un cierto desplazamiento y una opci¨®n precisa, conservadora, en el jazz de formulaci¨®n ac¨²stica; conciertos de m¨²sicas paralelas al jazz, como la de Win Mertens, de m¨²sicas tangenciales con el jazz (Take 6, Tuck and Patty y la Glenn Miller Orchestra) y las tres grandes atracciones de la m¨²sica de fusi¨®n (Miles Davis, Pat Metheny y Steps Ahead).

?Qu¨¦ espacio queda para el Jazz no el¨¦ctrico? La instituci¨®n que es el Modern. Jazz Quartet, la maravilla ambulante que fue la gala 70? aniversario de Art Blakey y el septeto de la joven estrella Wynton Marsalis. Todo muy bueno, pero insuficiente con respecto al espacio que otras m¨²sicas encuentran en el marco del festival. Hay que se?alar, tambi¨¦n, que todas estas bandas han hecho gira por Espa?a, con 13 ciudades con festivales de jazz. Ello define atracciones que deben llenar teatros y auditorios no s¨®lo en Madrid, sino tambi¨¦n en otras muchas ciudades: tienen que dar letras grandes en el cartel.

Identidad diferente

Muchos festivales de jazz est¨¢n cambiando en todo el mundo y acogen m¨²sicas de identidad diferente y mayor capacidad de convocatoria. Se explica que las m¨²sicas mayoritarias ayuden a financiarse a otras de car¨¢cter minoritario, como el jazz. Parece plausible, pero se podr¨ªan encajar en la f¨®rmula de actividades asociadas al festival de jazz y evitando hacer figurar en cartel m¨²sicas que no se reconocen con el jazz.Quien busca jazz en un festival de jazz ha podido tener algunos d¨ªas salpicados, en cambio continuo de local y en atm¨®sferas que le resultan ajenas Los distintos p¨²blicos han respondido excelentemente a cada est¨ªmulo y es de suponer que tanto ¨¦xito sirva para potenciar, en pr¨®ximas ediciones, las actividades jazzisticas de este festival.