Laborda: "El Congreso renunciar a debatirlo todo"
El presidente del Senado quiere que participen en la C¨¢mara alta los presidentes de las 17 comunidades
El socialista Juan Jos¨¦ Laborda, de 42 a?os, es el nuevo presidente del Senado en sustituci¨®n de Jos¨¦ Federico de Carvajal. Su biso?ez en la presidencia la compensa con una larga trayectoria en la C¨¢mara alta, desde las Cortes Constituyentes de 1977, y su trabajo posterior de portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Bilba¨ªno de nacimiento, es un buen conocedor del proceso auton¨®mico y de los retos que plantean las nacionalidades hist¨®ricas. Cree que en esta legislatura se puede terminar de configurar el mapa auton¨®mico y se inclina porque en el Senado se constituya una comisi¨®n de las autonom¨ªas con la presencia de los 17 presidentes de las comunidades.
Pregunta. En el discurso que usted pronunci¨® el martes tras su elecci¨®n como presidente del Senado insisti¨® en que la C¨¢mara alta va a disponer de mayores competencias y convertirse durante esta legislatura en una c¨¢mara de representaci¨®n territorial. ?Significa ello que el Senado va a dejar de convertirse en una mera C¨¢mara de segunda lectura?
Respuesta. No tenemos en el Senado complejos respecto del Congreso como c¨¢mara legislativa. Desde el propio debate constitucional hemos conseguido en el Senado acuerdos importantes como el art¨ªculo diez que establece la legislaci¨®n de derechos humanos, la abolici¨®n de la pena de muerte, la investigaci¨®n de la paternidad o que a ning¨²n ciudadano espa?ol se le pueda privar de su nacionalidad. Est¨¢, adem¨¢s, todo el t¨ªtulo octavo dedicado a las autonom¨ªas y, sobre todo, el ajuste del viejo derecho foral al r¨¦gimen constitucional. Asimismo, hemos aprobado leyes importantes como la Ley Org¨¢nica del Tribunal Constitucional, la Ley del Consejo del Estado o la Ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Ahora se le abre al Senado el horizonte como c¨¢mara de representaci¨®n territorial, de mediadora e impulsora del proceso de autogobierno de las comunidades aut¨®nomas.
P. ?En qu¨¦ se va a concretar ese horizonte del Senado como c¨¢mara de representaci¨®n territorial, tal y como lo califica?
R. El Congreso debe renunciar a debatirlo todo. Podemos tener en el Senado el debate espec¨ªfico de las autonom¨ªas, con unos horizontes amplios y la implicaci¨®n de los gobiernos de las comunidades aut¨®nomas y sus presidentes. Ya existen documentos y la oferta final es constituir una gran comisi¨®n, que puede denominarse de las "autonom¨ªas", con contenidos concretos a tasar y donde podr¨ªan estar presentes los presidentes de las 17 comunidades aut¨®nomas, del mismo modo que los ministros participan en el Congreso. En el Senado se debe producir un encuentro entre las comunidades aut¨®nomas para que perciban sus diferencias, sus intereses dispares pues en ese contraste est¨¢ la esencia de la solidaridad.
Ceuta y Melilla
P. ?Cree que el Congreso va a ceder esa competencia al Senado?
R. Espero que el Congreso entienda el papel del Senado tanto en su papel de c¨¢mara territorial como en su labor complementaria en debates de inter¨¦s interadministrativo que el Congreso no alcanza a estudiar. Me estoy refiriendo a cuestiones concretas -como la repercusi¨®n en Espa?a de la nueva situaci¨®n creada en la Europa del Este o el mismo tema del impacto tecnol¨®gico. El Senado tiene que recoger esas inquietudes que existen en la calle y a las que no accede la actividad del Congreso.
P. ?Con qu¨¦ problemas concretos se enfrenta el papel del Senado al encarar el proceso auton¨®mico en estos momentos?
R. Soy partidario de que se confiera un r¨¦gimen auton¨®mico a Ceuta y Melilla. Los temas de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas tienen un sedimento tranquilizador en el cuadro de la solidaridad. En lo competencial, lo tenemos claro. Este Estado en su funcionamiento acabar¨¢ siendo homologable a un Estado federal.
P. ?Va a ser una homologaci¨®n pura con otros estados europeos federales o se van a producir diferencias?
R. Espa?a no es un Estado federal por su origen. En los estados federales, las soberan¨ªas las ceden las comunidades al Estado. Aqu¨ª ha sido al rev¨¦s. Desde el punto de vista competencial no va a haber diferencias con los estado federales. Aqu¨ª se plantea un elemento diferencial con la existencia de partidos nacionalistas, sobre todo en el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, lo que requiere un esfuerzo de imaginaci¨®n en su tratamiento.
Nacionalidades hist¨®ricas
P. ?Esa especie de Estado federal hacia el que usted apunta que marcha el proceso auton¨®mico va a mantener las especificidades de las nacionalidades hist¨®ricas de Espa?a? ?No existe el riesgo de que ese proceso aboque al "caf¨¦ para todos" como despectivamente han manifestado ocasionalmente los l¨ªderes de los partidos nacionalistas hist¨®ricos, como vascos y catalanes?
R. La Constituci¨®n espa?ola, al reconocer los antecedentes republicanos, las quiso integrar a partir del reconocimiento de sus peculiaridades, empezando por las propias lenguas. Con ello se produce, tambi¨¦n, el reconocimiento de la contribuci¨®n pol¨ªtica de los partidos nacionalistas en la reinstauraci¨®n de la democracia en Espa?a. Ahora bien, tambi¨¦n tengo que decir que despu¨¦s de doce a?os de r¨¦gimen democr¨¢tico, m¨¢s que la reclamaci¨®n de nuevas competencias, lo que va a ser objeto de valoraci¨®n en las urnas es la gesti¨®n de esas competencias. Tampoco hay que olvidar las transformaciones que va a producir la integraci¨®n europea efectiva en 1992. Pero el proceso de descentralizaci¨®n pol¨ªtica al que hemos asistido en estos ¨²ltimos diez a?os resulta increible a los ojos de los pol¨ªticos europeos.
P. Usted manifest¨® en el discurso, tras su nombramiento, que el Senado va a impulsar su papel canalizador en materia de comisiones de investigaci¨®n. ?Va a tener un papel protagonista o, subalterno?
R. Vamos a reclamar la exclusiva al Congreso y ya contamos con importantes precedentes esta legislatura con la creaci¨®n de comisiones como las de violelicia en el deporte, aeropuertos o drogodependencias, de la que sali¨® el Plan Nacional de la Droga.
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