Occhetto logra pasar, con apuros, a la historia del PCI
JUAN ARIAS La sufrida victoria de Achille Occhetto en el Comit¨¦ Central del Partido Comunista Italiano (PCI), el viernes pasado, ha removido las aguas de la vida pol¨ªtica italiana. Las reacciones han sido inmediatas, y de repente el secretario general comunista, que tuvo el coraje de jugarse toda su carrera pol¨ªtica pidiendo un voto sobre su propuesta de refundar el partido, ha ganado tal fuerza que se le considera un pol¨ªtico hist¨®rico junto a Togliatti, Gramsci o Berlinguer.
"Vaya como vaya la fase constituyente para dar vida a un nuevo partido, propuesta por Occhetto y aprobada por dos terceras partes del comit¨¦ central", escribi¨® ayer el diario La Repubblica, "la decisi¨®n del secretario comunista ha marcado ya definitivamente la historia del PCI". Y hasta quienes hace s¨®lo 48 horas dudaban de que Occhetto pudiese tener el coraje de desafiar al viejo aparato hist¨®rico del partido, hoy dan fe de que ha demostrado tener el temple de los grandes l¨ªderes pol¨ªticos. "Mejor discutir y dividirse que fingir una unidad y morir", dijo Occhetto al PCI al pedirle el voto en un clima de tensi¨®n. Y a?adi¨®: "No tenemos que temer en adelante las diferencias porque la total democratizaci¨®n del partido es ya una reforma de la pol¨ªtica".
El diario La Repubblica, que titul¨® ayer Muere el PCI, Occhetto ha vencido en su desaf¨ªo, escribi¨® en su editorial: "Las enjutas palabras con las que el comit¨¦ central ha asumido la propuesta de Occhetto anuncian la muerte y la transfiguraci¨®n del, Partido Comunista Italiano nacido del desgarr¨®n de Livorno el 21 de junio de 192U. Pero lo que m¨¢s ha impresionado ha sido el cambio repentino del secretario del Partido Socialista, Bettino Craxi, quien hasta la v¨ªspera hab¨ªa ironizado sobre "la arqueolog¨ªa del PCI" y que ayer ha declarado que "si Occhetto ha obtenido la mayor¨ªa de su partido a favor de su propuesta es justo que ahora use todo su poder".
Mantener la sigla
En el partido comunista gustar¨ªa que en el cambio de nombre pueda quedar por lo menos la sigla PCI tan cargada de historia. Por ello Giorgio Napolitano, ministro en la sombra de Asuntos Exteriores del partido comunista, entre bromas y veras, ha insinuado que el nuevo partido podr¨ªa llamarse "Partido de la Constituci¨®n Italiana (PCI)". Umberto Eco, el famoso semi¨®logo, autor de El p¨¦ndulo de Foucault y El nombre de la rosa, le ha respondido que podr¨ªa llamarse tambi¨¦n "Partido de los Ciudadanos Italianos (PCI)".
Pero lo que ha llenado de orgullo a los comunistas, a todos sin distinci¨®n, ha sido la declaraci¨®n hecha por el secretario socialista franc¨¦s, Pierre Mauroy, quien ha afirmado ante la televisi¨®n italiana que el partido comunista italiano hab¨ªa intentado su perestroika antes a¨²n que Gorbachov y que, por tanto, en el momento en que la Internacional Socialista discute sus relaciones con los partidos comunistas renovados del Este, "con mayor raz¨®n podemos abrir relaciones especiales con el PCI".
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