Los ministros de Asuntos Sociales de la CE intentaron aunar posturas sobre el desarrollo de la Carta Social

El Consejo de Ministros de Asuntos Sociales de la Comunidad Europea abord¨® ayer en Bruselas el programa de acci¨®n para el desarrollo de la Carta Social, en un intento de aunar posturas ocho d¨ªas antes de la cumbre de Estrasburgo, en la que este tema ser¨¢ uno de los puntos fuertes del debate entre los jefes de Estado y de Gobierno. El presidente del Parlamento Europeo, Enrique Bar¨®n, record¨® a los doce que la Euroc¨¢mara "no est¨¢ satisfecha ni del contenido de la carta ni de las incertidumbres que pesan sobre el programa de acci¨®n".

El encuentro del presidente del Parlamento con el Consejo, comida incluida, fue definido como "reuni¨®n informal" para no sentar un precedente. Bar¨®n plante¨® la concertaci¨®n para asociar al Parlamento en la aprobaci¨®n de la Carta Social y record¨® la resoluci¨®n aprobada por abrumadora mayor¨ªa el pasado 22 de noviembre en la que se reclam¨® una Carta Social que incluya un salario m¨ªnimo de base y una renta social garantizada, aparte de otras protecciones que se han ca¨ªdo del proyecto inicial de la Comision.En la decisi¨®n de los eurodiputados se incluye adem¨¢s, gracias en este caso al voto en solitario de la izquierda, la amenaza de subordinar los dict¨¢menes sobre las directivas econ¨®micas del mercado ¨²nico "al ritmo de introducci¨®n de las medidas que figuran en el programa de acci¨®n".

Las reacciones no fueron alentadoras. El presidente del Consejo, el franc¨¦s Jean Pierre Soisson, vino a decir que nada de lo dicho "har¨ªa cambiar una coma" de los proyectos que van a la cumbre. El ministro alem¨¢n Vogt resumi¨® la situaci¨®n afirmando que "por la Carta Social ya hemos hecho bastante, aunque por el Parlamento hagamos bien poco". Tan s¨®lo el italiano Donat Cattin se mostr¨® de acuerdo con el sentir de los eurodiputados.

El debate de los ministros, ya en solitario, s¨®lo sirvi¨® para dejar claro que las competencias de la CE en el dominio social son reducidas y que no puede inmiscuirse en lo que depende de la negociaci¨®n colectiva o de los Gobiernos. El ministro espa?ol de Trabajo, Manuel Chaves, fue contundente: los temas de salarios, y en eso hay unanimidad, son competencias de los Estados miembros". Sin embargo, Espa?a, afirm¨®, "apoya que la Comisi¨®n pueda dar su opini¨®n o emitir un informe, siempre en estrecha colaboraci¨®n con los Estados, en este u otros temas".

El resumen de la materia social que ir¨¢ a la cumbre es, pues, el siguiente: una Carta Social a aprobar como declaraci¨®n solemne y un programa de acci¨®n que s¨®lo el tiempo dir¨¢ lo que va a dar de s¨ª.

Por lo dem¨¢s, el Consejo aprob¨® ayer de forma definitiva, una vez emitido el dictamen del Parlamento, tres directivas sobre seguridad e higiene en el trabajo, en las que los doce hab¨ªan alcanzado un acuerdo en abril, bajo presidencia espa?ola. Se refieren a las condiciones que han de tener los lugares de trabajo, a la seguridad de las maquinas y a las caracter¨ªsticas de los equipos de protecci¨®n individual. Su entrada en vigor se producir¨¢ en 1993, pero las tres nuevas normas obligar¨¢n a las empresas a efectuar fuertes inversiones de adaptaci¨®n.