La obsesi¨®n de Michael Douglas
En la cresta de la ola, tras haber ganado un oscar el pasado a?o por Wall street, Michael Douglas estaba decidido a aprovechar el tir¨®n del ¨¦xito. Haciendo caso de ese fino olfato que le gu¨ªa y le arrastra a llevar hasta el final proyectos millonarios como Alguien vol¨® sobre el nido del cucho, El s¨ªndrome de China, Tras el coraz¨®n verde o Atracci¨®n fatal, frente a la opini¨®n contraria del resto del mundo, fue ¨¦l quien se emocion¨® con el gui¨®n de Black rain. Una trama llena de acci¨®n y efectos especiales concebida como su pen¨²ltima y espectacular traca -la ¨²ltima es la comedia The war of the roses, con Danny De Vitto y Kathleen Turner, todav¨ªa por estrenar en Espa?a-, porque Douglas ha decidido no volver a actuar en una larga temporada."Es muy simple. Hago las pel¨ªculas porque me enamoro de ellas", confiesa. "Pienso en ellas constantemente, durante el d¨ªa, por la noche. Se convierten en una obsesi¨®n, en una necesidad. Como si se tratara de una mujer. S¨®lo escojo las que me emocionan, las que me conmueven, me hacen re¨ªr o agitarme en el asiento. Despu¨¦s, cuando s¨¦ que la historia funciona, me ocupo del director y los actores. Es as¨ª de sencillo".
Douglas se puso en contacto con los avispados productores de Acusados y Atracci¨®n fatal, convenci¨® al m¨¢gico Ridley Scott para dirigir esta historia de buenos y malos, de japoneses y norteamericanos -"porque ¨¦l lo ve todo, ve cosas que los dem¨¢s no vemos"-, confeccion¨® un reparto sin tacha y se autorregal¨® el papel protagonista: un polic¨ªa permanentemente enfurru?ado, agriado, frustrado, con barba de tres d¨ªas y aspecto descuidado.
"Me apetec¨ªa un papel que exigiera esfuerzo f¨ªsico y que tuviera mucha acci¨®n. Quiz¨¢ por eso decid¨ª no ocuparme de la producci¨®n y s¨®lo actuar, porque cuando haces las dos cosas a la vez no disfrutas de ninguna de las dos. Estoy cansado de tanto trabajo", reconoce. "Creo que en adelante s¨®lo me voy a dedicar a producir, porque como actor no s¨¦ qu¨¦ me queda por hacer. S¨¦ que suena prepotente, pero es cierto: ya lo he hecho todo. Estoy aburrido. Desde ahora pienso dedicarme a mi familia, a jugar al golf y al tenis y a aprender espa?ol. Creo que es hora de celebrar mis 45 a?os dedic¨¢ndome un poco de tiempo a m¨ª mismo".
Babelia
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