Sin Piaf

La danza en Israel ha tenido un notable florecimiento gracias al patronazgo de ilustres mecenas como Batsheva de Rothshild (fundadora tanto de la hoy estatal Batsheva Dance Company como de la Bat-Dor Dance Comany, que se present¨® el martes en Madr¨ªd) y al apoyo art¨ªstico de figuras que, como Martha Graham, engarzaron pronto el desarrollo de la danza israel¨ª con las corrientes fundamentales del movimiento moderno.La Bat-Dor (en hebreo, Contempor¨¢nea), que dirige desde su creaci¨®n Jeannette Ordmann, es una s¨®lida compa?¨ªa de 26 bailarines con 20 a?os largos de trabajo a sus espaldas y un impresionante repertorio de m¨¢s de 100 obras de core¨®grafos contempor¨¢neos de t¨¦cnicas y orientaciones tan diversas como Anthony Tudor o Alvin Alley.

Pobreza coreogr¨¢fica

Para el estreno en la Zarzuela la compa?¨ªa escogi¨® -de las 11 coreograf¨ªas que presentar¨¢ a lo largo de la semana- dos obras interesantes: Cloven kingdom, del norteamericano Paul Taylor, y Luminiscences, del holand¨¦s Neils Christe (ya conocida en Madrid en la versi¨®n del Ballet de la ?pera de Lyon) para terminar con un veh¨ªculo para la veterana estrella/directora, Piaf vaudeville. Piaf... intentaba evocar a la inmensa cantante francesa y al cortejo de hombres que poblaron su vida, pero, por su pobreza coreogr¨¢fica rayana en la miseria, estuvo a punto de devaluar toda la presentaci¨®n. injustamente, porque la compa?¨ªa tiene un nivel profesional muy aceptable y una, versatilidad adecuada a su repertorio. Cloven kingdom (1976), obra significativa en la producci¨®n de Paul Taylor, es una. s¨¢tira que pasea una mirada poco complaciente por ciertos h¨¢bitos de relaci¨®n social entre hombres y mujeres. El t¨ªtulo alude, a la vez, al abismo que los separa y al car¨¢cter animal e incluso (diab¨®lico de sus representaciones. Taylor realiza una labor de filgrana coreogr¨¢fica, ilustrativa de una de las obras m¨¢s s¨®lidas de la tradici¨®n moderna estadounidense, admirablemente fundida con los fragmentos musicales en que se apoya.Luminiscences, de Christe -un core¨®grafo joven cuya cotizaci¨®n se ha disparado en los ¨²ltimos anos por la pureza de su dise?o y la amplitud de su registro coreogr¨¢fico-, tuvo una buena ejecuci¨®n, aunque las barras fluorescentes que componen el decorado, de Kesso Dekker, imped¨ªan en algunos momentos apreciar la belleza de l¨ªneas y desarrollos que es su m¨¢s sobresaliente caracter¨ªstica.