La presidenta Coraz¨®n Aquino decreta el estado de emergencia en Filipinas
Durante toda la jornada no se registraron disparos en el ¨¢rea de conflicto gracias a un alto el fuego que deb¨ªa finalizar a las cinco de la tarde, hora local (diez de la ma?ana de ayer, hora peninsular espa?ola), pero que continu¨® anoche para permitir a las dos partes negociar una soluci¨®n pac¨ªfica a la sublevaci¨®n m¨¢s seria de las seis que ha afrontado Coraz¨®n Aquino desde que asumi¨® la presidencia de la naci¨®n, hace casi cuatro a?os.Aquino decret¨® ayer el estado de emergencia y reafirm¨® que su Gobierno est¨¢ preparado para "dar el ¨²ltimo golpe de la ¨²ltima batalla". Pocos piensan que la actual crisis concluya con una matanza de los rebeldes, entre 400 y 500 soldados de elite, que se resisten a retirarse sin m¨¢s di laciones de una veintena de edifi cos de oficinas, hoteles y aparta mentos que a¨²n controlan en Makati, el coraz¨®n comercial y financiero de Manila en el que vi ven tambi¨¦n muchos residentes extranjeros y se hallan varias embajadas, entre ellas la de Espa?a.
El Gobierno insiste en que de ben "rendirse o morir", pero ellos responden que "luchar¨¢n hasta el ¨²ltimo hombre". Sin embargo, esas manifestaciones parecen cargadas de ret¨®rica. Las dos partes, resuelto el delicado problema que significaba la seguri dad de la poblaci¨®n extranjera se sentaron ayer a negociar una salida pac¨ªfica a la crisis. Ning¨²n incidente se produjo durante el alto el fuego que rigi¨® desde las cuatro de la madrugada hasta las cinco de la tarde.
Sexto d¨ªa de rebeli¨®n
Concluida la tregua, los dos bandos acordaron prolongarla para seguir negociando. El general Arturo Enrile, representante del Gobierno en las negociaciones que se desarrollan en el hotel Intercontinental, uno de los establecimientos tomados por los golpistas, afirm¨® anoche en un par¨¦ntesis que se sent¨ªa optimista de poder llegar a un acuerdo, pero dijo que las exigencias pol¨ªticas de los rebeldes -entre ellas la dimisi¨®n de la presidenta Aquino- no son negociables.
Mientras tanto, en la base a¨¦rea de Mactan, en Ceb¨², a 560 kil¨®metros al sur de Manila, los amotinados, unos 400, cumplieron ayer el sexto d¨ªa de rebeli¨®n, pero el jefe de la sublevaci¨®n, general Jos¨¦ Comendador, ha manifestado que seguir¨¢n el ejemplo de sus compa?eros de Makati.
Al mediod¨ªa conclu¨ªa la evacuaci¨®n de toda la clientela extranjera alojada en los hoteles Intercontinental, Pen¨ªnsula, Manila Garden y Mandar¨ªn, y en un rascacielos de apartamentos de Macati. El jefe de los rebeldes, coronel Rafael G¨¢lvez, y el ministro de Turismo, Peter Garrucho, hab¨ªan llegado horas antes a un acuerdo que no pudo materializarse el mi¨¦rcoles debido a un fuerte e improvisto fitroteo en el ¨¢rea. La mayor parte de las personas fueron trasladadas en unos autobuses a otros hoteles fuera del distrito. Muchos se dirigieron luego al aeropuerto con la esperanza de encontrar alguna plaza de avi¨®n.
Casi una semana despu¨¦s de estallar el golpe, Coraz¨®n Aquino se decidi¨® ayer a tomar medidas extraordinarias y decret¨® el estado de emergencia ante el grave impacto que la rebeli¨®n est¨¢ causando a la econom¨ªa del pa¨ªs Esta medida permite al Gobierno de forma temporal el control de servicios y empresas no estatales que afecten en estos mo meritos al inter¨¦s p¨²blico. Porta voces oficiales pusieron ¨¦nfasis anoche en subrayar que el Go bierno no ha decretado la ley marcial y que por consiguiente no han sido suspendidas las garant¨ªas individuales. "El Gobierno quiere por encima de todo mantener la estabilidad pol¨ªtica y recuperar la confianza de los inversores extranjeros. ?sta es la principal raz¨®n por la que se ha decretado el estado de emergencia", dijo el ministro de Trabajo, Frank Dilon. Horas antes del anuncio de las medidas excepcionales, Aquino pidi¨® por radio y televisi¨®n a los filipinos que la apoyen en la lucha final contra los rebeldes.
Postura de Laurel
Por su parte, el vicepresidente de la Rep¨²blica, Salvador Laurel, declar¨® ayer que Aquino tiene que dialogar con los rebeldes y ofreci¨® su colaboraci¨®n para que as¨ª suceda. "No he apoyado el golpe, pero la presidenta debe escuchar muchas de las quejas justas planteadas por los sublevados", dijo Laurel, cuyas relaciones pol¨ªticas con Aquino est¨¢ rotas desde hace m¨¢s de un a?o.
"Si no logra ning¨²n acuerdo con los rebeldes debe presentar la dimisi¨®n -yo tambi¨¦n lo har¨¦- y convocar elecciones. La crisis no puede resolverse con las balas, sino con los votos", manifest¨® a este diario el vicepresidente filipino.
[El cardenal Jaime Sin, por su parte, apel¨® ayer al Gobierno filipino a aplicar urgentes reformas. El influyente arzobispo cat¨®lico filipino calific¨® a los golpistas de "falsos mes¨ªas y agentes de la muerte", informa Reuterl.
[La oposici¨®n de derechas al Gobierno pidi¨® ayer la abrogaci¨®n del tratado bilateral de Defensa con Estados Unidos, que finaliza en 1991, informa Efe. La petici¨®n se incluye en una resoluci¨®n aprobada ayer por el comit¨¦ central del Partido Nacionalista (PN), que dirige Laurel junto con el ex ministro de Defensa y senador Juan Ponce Enrile. El PN dice que las bases extranjeras "no est¨¢n concebida para promover la seguridad mutua"].
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