Amor y desarraigo
Hay textos, pel¨ªculas, instantes y vivencias que permanecen en la memoria de quien los lee, contempla o vive sin poder explicar razonablemente el por qu¨¦ de su intensidad. ?Qu¨¦ he hecho yo para merecer esto! fue una de ellas, al menos para quien esto escribe. Ahora, Atame vuelve a dar de lleno en la diana de los sentimientos.Es dif¨ªcil que a la misma hora en que comienzan a retirar los desayunos de las cafeter¨ªas en un d¨ªa invernal y desapacible una pel¨ªcula recorra con maestr¨ªa y constancia el camino que llega directamente al coraz¨®n. Las risas, los chistes m¨¢s o menos previsibles, van dejando paso a una hermosa historia de amor y desarraigo., magistralmente contada y con unos actores excelentes. Ver en un mismo d¨ªa ?tame y Vidas rebeldes es poco frecuente, pero al hacerlo surge de nuevo la constataci¨®n de que el talento consigue unificar ¨¢mbitos, culturas e industrias distantes. Dicho con otras palabras, que la capacidad de conmover al espectador es directamente proporcional a la habilidad de los narradores para asirrillar lo que ocurre a su alrededor.
Cuando Antonio Banderas sale del psiqui¨¢trico decidido a conquistar a la mujer de quien est¨¢ totalmente enamorado (Victoria Abril), en su modesto equipaje s¨®lo hay algo sin utilidad aparente, una fotografia de su ni?ez, de su pueblo. Es parte de la clave del filme, el saber concerteza que la patria es la infancia. No es el momento de desvelar qu¨¦ ocurri¨® con su patria, pero en cualquier caso es uno m¨¢s de los aciertos de Almod¨®var, hablarnos desde la aparente sencillez -frivolidad incluso, si se prefiere- de las dos o tres cosas esenciales del ser humano. Cuando Cior¨¢n defin¨ªa el amor como la uni¨®n de dos babas, en definitiva no hac¨ªa sino desdramatizar todo un c¨²mulo de malentendidos y simulaciones. ?tame entronca tambi¨¦n con ese concepto vital de los sentimientos en los que la naturalidad, el despojamiento de la ret¨®rica falsaria, lleva directamente a conmover las entra?as de un p¨²blico entregado, justo cuando en las cafeter¨ªas recogen los desayunos.
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