Klimov: "La prueba de la libertad es dura para el cine sovi¨¦tico"
El director de 'Masacre' habl¨® en la Filmoteca de la 'perestroika' cultural
"La prueba de la libertad es una prueba muy dura para el cine sovi¨¦tico", dice Elem Klimov, responsable de la Uni¨®n de Cineastas de la URSS, de 7.000 miembros. El director de Masacre y Adi¨®s a Maiora es una de las personalidades p¨²blicas m¨¢s cercanas a Gorbachov y se le incluye dentro de la activa minor¨ªa de los difusores de la perestroika desde el poder. ?l consigui¨® desempolvar las pel¨ªculas prohibidas y aspira ahora a sacar de su grisura el nivel medio del cine sovi¨¦tico. Profesionalmente, prepara una adaptaci¨®n del libro de Bulgakov El maestro y Margarita.
Muy alto y delgado, a medio camino entre h¨¦roe sentimental y h¨¦roe terrible a lo Dostoievski, Klimov se extiende en las respuestas con un tono de voz firme y claro. Es un ruso protot¨ªpico, en el sentido m¨¢s emocional del t¨¦rmino. El martes se proyect¨® en la Filmoteca Espa?ola su segunda pel¨ªcula, Las aventuras de un dentista, y, previamente, el cortometraje Larisa, dedicado a su esposa, la directora de cine Larisa Sheptiko. Para comentar este trabajo, en el coloquio posterior a la proyecci¨®n, su tono de voz se agrav¨®: "Hice Larisa medio a?o despu¨¦s de que mi mujer muriese en un accidente de autom¨®vil, y por eso no puedo ponerle calificativos al cortometraje. Es una declaraci¨®n de amor: agradezco a mi destino el haber encontrado a una mujer como ella".A?adi¨®, hablando ahora sobre la comedia Las aventuras de un dentista, que este t¨ªtulo tuvo muchos problemas "porque apareci¨® en ¨¦poca de Breznev, un per¨ªodo de degradaci¨®n ideol¨®gica y terror espiritual que ha echado por tierra muchas cosas en nuestra sociedad. Mi pel¨ªcula se archiv¨®. Se guardaron tambi¨¦n en oscuras estanter¨ªas otras mucho mejores que la m¨ªa, alguna de Tarkovski, por ejemplo".
Klimov, que naci¨® en 1935, piensa que, con la perestroika, se est¨¢ percib¨ªendo ya la emergencia de j¨®venes cineastas adaptados al proceso de transparencia sin derrotismo e incredulidad, lo que se constata tanto en el cine documental -"ahora cre¨ªble"- como en lo que podr¨ªa denominarse "cine independiente". Tambi¨¦n se refiere a nuevas corrientes, y a inocias, y a g¨¦neros como el er¨®tico. '"Han aparecido nuevos intereses, y asuntos que hasta ayer estaba prohibido tratar se han puesto de moda en el cine: la corrupci¨®n, el armamentismo, las drogas, los problemas juveniles. Lo er¨®tico se est¨¢ introduciendo por todas partes. Antes se eliminaban los besos prolongados, y ahora se filma lo que Occidente ha superado. Los artistas serios callan por el momento".
Entre estos artistas serio podr¨ªa incluirse a s¨ª mismo. Klimov se prometi¨® no rodar durante cuatro a?os. En estos momentos perfila un proyecto qu le tiene obsesionado desde hace a?os: la obra El maestro y Margarita, que califica como "fen¨®meno de la cultura europea universal". Para el rodaje tendr que contar con Occidente, y que la pel¨ªcula est¨¢ plantead como producci¨®n de alto presupuesto. Para hacer los efectos especiales ya existe un principio de acuerdo con los estudios norteamericanos de George Lucas.
Proceso dial¨¦ctico
En otro momento, Klimov explic¨® en Madrid que la frescura de los aires de libertad en la URSS no necesariamente ha de conllevar una irrupci¨®n creativa aplastante. "El contenido de una pel¨ªcula procede del lado subterr¨¢neo del artista, y se est¨¢ viendo qui¨¦n lo tiene y qui¨¦n no. Puede parecer que se nos van a exigir obras maestras, pero no; obras maestras las habr¨¢ en el mismo n¨²mero que antes, aunque creo que debemos esperar con esperanza. Se trata de un proceso dial¨¦ctico muy dif¨ªcil, y lo que s¨ª es posible objetivamente es elevar el nivel cualitativo del cine sovi¨¦tico". Klimov se refiri¨® a Tarkovski. "Pocos recordar¨¢n Batman y pel¨ªculas por el estilo, que son de un d¨ªa y desaparecen de la conciencia. Sin embargo, hay gente como Tarkovski, sin tantos espectadores en un per¨ªodo de tiempo concreto, que durar¨¢n. O calculamos cu¨¢ntos ven hoy mismo una pel¨ªcula o cu¨¢ntos la ver¨¢n a trav¨¦s de las generaciones. Y es casi seguro que alguien como Tarkovski acabar¨¢ siendo uno de los directores m¨¢s comerciales".Tarkovski tuvo que abandonar el pa¨ªs y es uno de los ejemplos que cita Klimov para denunciar el da?o que hizo el organismo estatal sovi¨¦tico para el cine, especie de ministerio del cine, en la carrera de muchos nombres, Guerman o Konchalovski, por ejemplo. "Desde ese organismo administraban el dinero, aprobaban o no el gui¨®n, se entromet¨ªan en todo. Debido a ello, las vidas de mucha gente de talento fueron destrozadas".
En mayo de 1986, con motivo del quinto congreso de la Uni¨®n de Cineastas, se produjo lo que Klimov llama "una sublevaci¨®n" contra el ministerio. Klimov dice que el proceso rupturista ha sido tan fuerte en el mundo del cine que pr¨®ximamente ese organismo estatal "va a desaparecer". Precisa con modestia que ¨¦l no quiere aparecer como motor de estos cambios, sino como miembro de un grupo muy numeroso de personas involueradas en el proceso transformador.
Babelia
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