Hugo S¨¢nchez aspira a batir el r¨¦cord goleador de Zarra, 38 tantos, en la Liga espa?ola
Hugo S¨¢nchez aspira a batir esta temporada el r¨¦cord, goleador de la Primera Divisi¨®n de la Liga de f¨²tbol, en posesi¨®n de Zarra, del Athl¨¦tic de Bilbao, que en el campeonato 1950-1951 logr¨® 38 tantos. El mexicano del Real Madrid, que cuenta a su favor con el detalle de que el actual tiene m¨¢s partidos, 38 por 30, lleva la marcha de Baltazar en la campa?a pasada, 18 goles en 16 encuentros, pero con la diferencia de que ¨¦l s¨®lo ha conseguido uno de penalti y el brasile?o del Atl¨¦tico de Madrid, que termin¨® con 35, hab¨ªa sumado as¨ª cinco. Hugo ya ha ganado cuatro veces el trofeo Pichichi.
Luis Cid, Carriega, dej¨® de ser uno de los entrenadores de moda a partir, parad¨®jicamente o no, de su fichaje para la Liga 1981-1982 por uno de los clubes m¨¢s importantes, el Atl¨¦tico de Madrid, en el que, entre otros, cometi¨® un error grav¨ªsimo: no cometi¨® valorar en su justa dimensi¨®n a Hugo S¨¢nchez, a quien releg¨® a la condici¨®n de reserva.
Hugo tuvo la fortuna, sin embargo, de que Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Traid se hiciera cargo del equipo rojiblanco al poco tiempo y confiara en ¨¦l tanto como el mexicano confiaba en s¨ª mismo, por lo que ni siquiera dud¨® la baja, disminuyendo su ficha anual, su cuestionada permanencia en el club presidido en aquella ¨¦poca por Alfonso Cabeza. Gracias a ello dispuso de una oportunidad para triunfar en el Atl¨¦tico y, v¨ªa Universidad de M¨¦xico, llegar hasta el Real Madrid, el gran objetivo de su ambici¨®n futbol¨ªstica, en el que, celos deportivos con Butrague?o o Michel aparte, contin¨²a triunfando a pesar de la frustraci¨®n que comparte con sus compa?eros en relaci¨®n con la esquiva Copa de Europa.
Hacia su quinto Pichichi
Desde su llegada a Espa?a, Hugo ha ganado cuatro veces el trofeo Pichichi, el que acredita al m¨¢ximo goleador. No es un mal porcentaje, el 44,44%, en nueve Ligas. Pero ¨¦l pretende elevarlo hasta el 50% alcanz¨¢ndolo de nuevo en la d¨¦cima. En realidad, todos los indicios apuntan a que se saldr¨¢ con la suya porque, tras 16 jornadas, supera en nueve tantos, 18 por 9, a su inmediato seguidor, el holand¨¦s Koeman, del Barcelona. Seg¨²n ello, su reto pasa a ser el de batir el r¨¦cord del campeonato, los 38 de Zarra en el de 1950-19.51, para lo que dispone de la ventaja notoria de que los partidos del actual son 38 mientras que los de aqu¨¦l fueron 30.
Por lo pronto, lo cierto es que Hugo se est¨¢ batiendo a s¨ª mismo. A estas alturas de los torneos precedentes totalizaba 2 (1 de penalti), 10 (4), 6 (2), 6 (3), 12 (2), 16 (3), 1:5 (5) y 12 (3) mientras que en el presente contabiliza 18 (1), o sea m¨¢s que nunca. Incluso, ha sido capaz de equipararse a Baltazar, que, doce meses atr¨¢s, hab¨ªa marcado precisamente 18, aunque con m¨¢s facilidades que ¨¦l, pues cinco de sus dianas se hab¨ªan producido a trav¨¦s de los m¨¢ximos castigos. El brasile?o, que aminor¨® su ritmo de eficacia en los 22 partidos restantes, concluy¨® la Liga precedente con 35, lo que le su uso calzarse la bota de bronce europea cuando la de oro y, la de plata fueron respectivamente para los rumanos Mateut, con 43, y Coras, con 36.
Hugo espera alcanzar cuanto antes su gol n¨²mero 200 en la Liga espa?ola, en la que tiene registrados 189, equivalentes a otras tantas de sus piruetas o volteretas circenses para festejarlos que alg¨²n otro jugador ha pretendido imitar con un penoso resultado para sus posaderas. Si al t¨¦rmino de esta edici¨®n hubiese rubricado al menos el 210, la plusmarca de Zarra habr¨ªa sido al fin sobrepasada.
Preparaci¨®n f¨ªsica y mental
A sus 31 a?os, una edad que, en general, comienza a insinuar la curva del declive, Hugo cuenta con un colaborador especial en su propio cuerpo, que hasta ahora siempre le ha respondido. "Est¨¢ perfectamente adaptado al deporte", suele comentar refiri¨¦ndose a ¨¦l; "se trata de algo natural en m¨ª porque crec¨ª en un ambiente en el que exist¨ªa un gran inter¨¦s por las pr¨¢cticas deportivas. As¨ª, s¨¦ administrar mis fuerzas y aplicarlas en situaciones diferentes. Soy consciente de cu¨¢ndo tengo que trotar, saltar, acelerar y lanzarme o no por el bal¨®n". Por todo ello vacila si se le pregunta por las lesiones que ha sufrido en su carrera: "Bueno..., pues me parece que padec¨ª un tir¨®n muscular cuando ten¨ªa, m¨¢s o menos, 15 a?os".
Pero no s¨®lo de las virtudes f¨ªsicas viven los goleadores, ni siquiera Hugol, el apelativo con el que se conoce al madridista. "Si no tuviera una mentalidad clara y precisa en el campo, no ser¨ªa m¨¢s que un jugador discreto. El mundo est¨¢ lleno de futbolistas con toda clase de cualidades para triunfar y que, no obstante, no pasan de la mediocridad. En ese sentido, mi preparaci¨®n mental es fundamental, ya que me impulsa a ser diferente", ha confesado alguna vez.
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